Crítica: An Unction in Braille – The Wordless Whisper (2021)


La habitación estaba iluminada de forma tétrica con tan solo dos velas y las luces que emitía la máquina de soporte vital. Olía a humedad y muerte. Después de meses de salvajes experimentos, era obvio que su cuerpo no iba a resistir más. El Vaticano la usó para intentar crear una raza híbrida entre demonios y humanos. De repente, después de meses sin que se abriese la maldita puerta donde la encerraron, entró un sacerdote. Éste, no pudo evitar sobresaltarse. En la piel de la muchacha se le formaban una especie de erupciones por todo el cuerpo, que estallaban sonoramente cubriéndola de pestilente pus. El cura supo que había llegado justo a tiempo, estaba a punto de morir…
Bienvenidos al universo de An Unction in Braille.

El 29 de octubre de 2021, saldrá de forma independiente el primer E.P del combo de Melodic Deathcore An Unction in Braille «The Wordless Whisper».

La alineación del conjunto es: Robert Meroski (guitarra), Josh Veck (voz), Kieran Beaty (guitarra), Wesley Welch (bajo), Jacob Lindquist (batería).

No cabe duda que estos tíos tienen talento. Digo esto, porque es muy posible que leáis más cosas negativas que positivas en el artículo, y no deseo que ni por un instante no le deis la oportunidad que merecen. Pero bueno, vamos ya al meollo de la cuestión. El conjunto de Nueva Inglaterra a pesar de demostrar grandes destellos de calidad a lo largo y ancho del Extended Play, no termina de cuajar del todo las composiciones. Dan la sensación de que les falta un último empujón para despuntar. O dicho de otra forma, creo que deberían pulir un poco más la propuesta. Además, hay algo que no he podido llegar a entender. Después de regalarnos cuatro tracks de carácter claramente desgarrador, no concibo como en la final ‘Sickening Sweet‘ saliesen por la tangente, incluyendo clean vocals melosas, dejando un sabor agridulce al término del debut en cuestión. Por otro lado, el artwork despide un hedor a amateur que no les hace ningún favor.

Dicho esto, ya está bien de centrarse en lo «negativo» y vayamos a por lo bueno. Si hay algo que me ha terminado por aburrir en la escena Deathcore en general, es el abuso de los down y mid tempos. Parece que los conjuntos del susodicho género musical quieran machacarnos a base de seis cuerdas simples y aburridas. Gracias a Odín, eso no le pasa al grupo que protagoniza las esquelas que ahora leéis. Para más inri, si al igual que yo amáis que se introduzcan pinceladas leves de técnica extra estáis de enhorabuena, ya que toparéis con ellas en más de una ocasión.

Las seis cuerdas intensas a más no poder os transmitirán una rabia inusitada que correrá por vuestras venas destrozando cualquier atisbo de bondad que conservéis. Robert y Kieran construyen los riffs a base de dosis de dramatismo, contundencia, dobles armonías y latigazos puntuales de tremolo picking.

Como era de esperar, existe un doble registro basado en growls de corte más profundo y otro más «agudo». Qué pena lo de las voces limpias que os relataba en el párrafo principal.

De la percusión, si acaso cambiaría su sonido en sí. No termina de convencerme. Lo que sí lo hace es la labor de Jacob tras el kit de tambores.

La canción que más me ha gustado ha sido ‘Of the Dead‘. Mas no os podéis perder ‘Catharsis‘ por su plus de enrevesamiento y ‘Dark As Black‘ por el cambio de camino que realiza.

En un futuro cercano, estoy más que seguro que se van a convertir en un referente en su estilo. No hay que perderles la pista.

Nota: 6,5
Autor. Chus

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