Todo empezó de manera tímida. Al principio, tan solo eran actos aislados de un pequeño sector de la población. Manifestaciones pacíficas, sentadas… El resto de la sociedad no solo parecía mirar a otro lado, sino que también criticaban las acciones de protesta de la minoría. Los gobernantes, asustados, decidieron crear leyes para prohibir tales acciones. Sabían que si la gran masa despertaba estarían perdidos. Los años transcurrieron y el descontento fue en aumento. De forma secreta, se creó una organización a escala global en contra de la tiranía establecida por la clase política llamada Free Mind. La mañana del 21 de agosto de 2060, el sistema tal cual era conocido hasta entonces estalló en mil pedazos. Un nuevo orden mundial había comenzado…
Bienvenidos al universo de Unslaved.
Australis Records lanzó el 21 de mayo de 2019 el primer L.P de los Groove / Groove Death metaleros Unslaved llamado «State of Insurrection».
La alineación del combo es: David Bermúdez (bajo), Juan Pablo Donoso (batería), Travis Neal (voz), Alex Velásquez (guitarra).
Cuando leo la etiqueta Groove me echo a temblar. Ese género, al menos para mí, se ha tornado con los años completamente aburrido y predecible. Usualmente da igual con que lo fusionen, acaba resultando plano. Sin embargo, gracias a Odín, el cuarteto que hoy protagoniza la reseña que ahora estáis leyendo, consigue hacerlo dinámico. Increíble que esto suceda en los tiempos que corren, donde parece ser que a la inmensa mayoría de conjuntos que practican dicha forma de música solo les importe machacar. El ADN de «Metal Muerto» le otorga unos matices devastadores a su propuesta, siendo convincente a más no poder. La producción está a la altura, mostrando un sonido contemporáneo y cristalino. Con el artwork… bueno, no me ha llamado mucho la atención, mas desde luego tiene fuerza.
Las seis cuerdas obligan a hacer headbanging al más escéptico. Los riffs son feroces y fluidos, atreviéndose a exhibir armónicos si la ocasión lo requiere. Existen las dobles armonías, pero de forma puntual, al igual que los ataques de tremolo picking. La lead guitar cumple a la perfección su función.
El tono vocal de Travis es el típico que uno se espera ante algo así. O sea, gritón, grave y asesino. Afortunadamente tan solo hay clean vocals en ‘Under Dehumanizer’ y en la pausada acústica ‘New Day’.
Los tambores suelen ir a up tempo de pulso lento y a medio gas. Lo mejor es cuando estallan los latigazos de «golpes relámpago» cuando menos se espera.
El Elepé resulta sólido y sin sobresaltos. Digo esto, porque me es casi imposible resaltar algún tema en concreto. No obstante, va, voy a mojarme recomendando ‘Call to Arms’.
Plástico que gustará a la nueva generación de Metalheads. Buen inicio de carrera, sí señor.
Nota: 7
Autor: Chus
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