Crítica: Messiah – Fracmont (2020)


Messiah es una banda suiza de thrash y death metal que lleva una larga trayectoria musical. Originada en 1984, y con altibajos es su conformación y actividad (que incluye un periodo de separación durante los `90), hoy se halla conformada por: R. B. Broggi – Guitarras (1984-1995, 2003), Andy Kaina – Vocales (1990-1994, 2003), Patrick Hersche – Bajo (1989-1992, 2003), Steve Karrer – Batería (1990-1995, 2003); la temática de sus letras incluyen el anticristianismo, problemáticas sociales y experiencias personales.

Con tanto tiempo de existencia la banda cuenta con una enorme producción discográfica: siete demos: «Powertrash»  «Live Baar» y «The Infernal Thrashing» en1985, «Unreleased» en 1984 y en 2007, «Extrem Cold Weather» en 1987, «Live in Germany – The Mighty Chaos Has Returned» y «Psychomorphia» en1990; tres EP: «Psychomorphia» en 1991,   «The Ballad of Jesus» en 1994, «Fatal Grotesque Symbols – Darken Universe» en 2020 y también reseñado en este espacio; dos albumes en vivo:  «Reanimation 2003 at Abart» en 2010, «The Choir of Horrors and Rotten Perish Era» en 2018; cuatro compilaciones:  «Extreme Cold Weather / Hymn to Abramelin»  en 1990, «Powertrash / The Infernal Thrashing» en 2004,  «Extreme Hymns and Ballads of a Rotten Psycho Underground Horror Cult» en 2012, «The Mighty Chaos Has Returned (The Roots of Psychomorphia)» y «Space Invaders» en 2018; y los siguientes Lp: «Hymn to Abramelin» en 1986, «Extreme Cold Weather» en 1987, «Choir of Horrors» en 1991 «Rotten Perish» en 1992, «Underground» en 1994, y el disco del que nos ocuparemos hoy: «Fracmont»  que será lanzado en septiembre de 2020.

El disco es fabuloso, se trata de una perfecta y equilibrada fusión entre el thrash metal y el death, con una notoria impronta clásica, old school. La batería es rápida, agresiva y potente, los riff cargados, pesados y graves, rápidos y agresivos, las voces no abandonan el growl, aunque también se ha agregado sonido ambiental y voces limpias en el inicio de algunas canciones como por ejemplo en el track 1. El bajo también es muy notorio y da a la composición mucha más pesadez y oscuridad. La atmósfera es en general oscura y aterradora. En conjunto suenan oscuros, violentos y agresivos. Estas sensaciones se logran con una batería muy acelerada, un bajo muy expuesto y riff de guitarras graves, acelerados y cortantes. Otro punto sobresaliente es el desempeño instrumental, definitivamente, ésta es gente que sabe lo que hace, un punto más por el impecable manejo de los instrumentos.

Mi opinión personal es que es un gran disco, el sonido es clásico, tal vez no muy novedoso, pero no por ello menos interesante. La verdad es que aquellos que aman el sonido extremo encontraran esta propuesta muy placentera, y quienes no gusten de esos géneros también pueden acercarse a esta producción ya que es muy accesible a oídos menos expuestos al metal extremo.

Nota: 9,5
Autora: Irene Adler

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