Crítica: Tomorrow's Rain - Ovdan (2024)

Lo que veía cada mañana en el espejo era muy diferente de lo que sentía en su interior. Era consciente de que a pesar de que su cuerpo funcionaba con normalidad, su alma había muerto hacía mucho tiempo. Era tan solo una cascara que se arrastraba a duras penas por una existencia vacía y carente de aliciente alguno. En ocasiones, la tristeza era tan grande, que se tiraba al suelo en posición fetal llorando desconsolado. Al menos tenía dos certezas que consideraba positivas: La primera era que tarde o temprano la parca vendría por él. La segunda era que no tenía hijos. Jamás los quiso, ya que consideraba que traer otro ser humano al mundo no era un acto de amor, sino de crueldad. ¿Quién en su sano juicio obligaría a otro a soportar décadas de sufrimiento?…
Bienvenidos al universo de Tomorrow’s Rain.

«Ovdan» es el título del nuevo trabajo de los Death Doom Gothic metaleros Tomorrow’s Rain. Blood Fire Death y AOP Records lo lanzarán el 19 de abril de 2024.

El actual line up del grupo es: Yishai Sweartz (voz), Raffael Mor (guitarra), Yoni Biton (guitarra), Yaggel Cohen (bajo), Nir Nakav (batería), Alex Karlinsky (teclado).

Apesadumbrado, dramático y gris. Esas son las tres palabras que recurrían una y otra vez a mi mente conforme iban transcurriendo los 11 tracks (10 si no contamos con el auto cover rockero que se hacen de ‘Turn Around‘). Desde luego, los de Israel tienen un muy buen sentido del dinamismo compositivo. Tal cosa, partiendo del género que ejecutan es muy importante, para que la escucha no se acabe tornando un martirio o se pierda el interés con el paso del minutaje. Y es que amigos, podéis creerme cuando os digo que estos tíos sí que saben crear melodías grises a la par que introducen elementos poco ortodoxos como inclusiones de saxo en su propuesta. Así da gusto.

Las seis cuerdas ofrendan un aluvión de dobles armonías impresionante. Asimismo, no faltan las guitarras acústicas si la ocasión lo requiere. Tampoco se dejan en el olvido la fluidez si es necesario. Los solos, todos de carácter melancólico cumplen a la perfección.

El apartado vocal muestra tanto clean vocals, a veces narradas, como growls. De forma puramente anecdótica, introducen registros femeninos en ‘I skuggornas grav‘.

Respecto a las bass line, disfrutaréis especialmente con ‘Roads‘ y ‘Room 124‘. No os digo más.

Por supuesto, la percusión perpetuamente va a medio gas. NO esperéis el más mínimo atisbo de celeridad. Me llamó especialmente la atención la aparición del doble bombo en ‘Muaka‘.

Destaco la inicial y ya nombrada ‘Roads‘. Solo ya por que usaron instrumentos de viento de una forma tan genial ya me ganó. Por otra parte, me es imposible dejar de nombrar ‘Turn Around‘ por su fluidez o ‘Convalescence‘, que con su giro de dirección de la mitad en adelante logró que la disfrutase sobremanera.