Crítica: AmenazaDeMuerte - Huulet (2021)

…Conforme se iba metiendo en el lago, el agua se transformaba de forma lenta en sangre. El espeso líquido carmesí teñía lo que hasta ese instante era una impoluta túnica blanca. En unos minutos, la joven se había sumergido por completo. Al salir, no quedaba rastro alguno de la tímida chica, Lilith había poseído su cuerpo y su alma. El ritual había sido todo un éxito…
Bienvenidos al universo de AmenazaDeMuerte.

El 24 de marzo de 2021, apareció el quinto trabajo del combo de Deathcore AmenazaDeMuerte llamado «Huulet».

Su alineación es la siguiente: Adam Blanco (batería), Héitor Pose (guitarra), Mario Blanco (bajo), Iván Ponte (voz).

Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero después de lo asombrado que me dejó su anterior trabajo de 2017 «False Prophets» no puedo evitarlo. De entrada, el cuarteto, ha decidido dejar considerablemente de lado su cara más veloz, dándole cancha a su vertiente más pesada. A título personal, que hayan optado por ello, la verdad es que no me ha hecho mucha gracia. Soy un obseso de la velocidad, y que decidan deliberadamente levantar el pie del acelerador me ha dejado un poco apagado. Aunque claro, eso es solo una visión totalmente subjetiva. Ahora bien, centrándonos en lo que viene siendo realizar una crítica justa, es imposible que nadie pueda afirmar que estamos ante un redondo mediocre, todo lo contrario. Las tonadas, sólidas cual bloque de hormigón armado, son capaces de reventaros la cabeza de un solo golpe. Por otro lado, me es de imperiosa necesidad comentar que han incluido algo de Black Metal en su propuesta, al igual que puntuales pinceladas de prog y técnica extra cuando la ocasión lo requiere. La producción es impoluta, y el artwork misterioso y evocador a partes iguales.

Como ya he ido dejando de caer en el párrafo principal, poca broma con los riffs revienta vertebras de Héitor Pose. Lo mismo nos deleita con sus predominantes guitarrazos contundentes que nos asombra con inclusiones leves de Melo Death Metal, o asaltos de tremolo picking. Si queréis solos, poneos únicamente ‘A Delightful Chaos‘.

Como es habitual tanto en el género que ejecutan como en los tiempos que corren, cataréis tanto unos predominantes growls, como guturales agudos rasgados.

Un gran punto a favor ha sido el darle presencia al bajo. Las bass line no pasan a un segundo plano a lo largo y ancho del Long Play.

La percusión, aún a riesgo de ser excesivamente redundante con lo contado con anterioridad, es más mastodóntica que veloz. Por la parte que me toca, ojalá recuperen la celeridad del pasado, ya que ganarían una mayor sensación de dinamismo.

Destacaría ‘Devoured By Sand‘, ‘MOAB‘ y ‘Somewhere At Bath‘. No dudéis en escucharlas camaradas.