Crítica: Verikalpa – Taistelutahto (2018)


¿Cuántas veces habéis deseado escapar de la realidad que os toca vivir? Supongo que millones de veces ¿verdad? Desde pequeño, se podría decir que soñaba despierto constantemente. Lo que había a mi alrededor tan solo era mediocridad a la que tenía que sonreír para que no me tomasen por más loco de lo que ya lo hacían. Sin embargo, mi imponente imaginación acabó por jugármela. Tanto fue así que finalmente decidí de forma voluntaria ingresar en un sanatorio mental. Cuando llevaba un mes aproximadamente, una potente luz me despertó en mitad de la noche. Se había abierto un portal ante mí. ¿No os resulta increíble? Era imposible que dejase pasar la oportunidad de descubrir que había al otro lado. Me levanté y crucé el umbral. Desde entonces, estoy en un mundo medieval donde los orcos y los caballeros son tan reales como yo mismo. No penséis que soy el rey de alguna preciosa región. Los guerreros de su majestad me capturaron a las pocas horas de estar explorando el terreno y me llevaron a su presencia. De inmediato, comprobaron que no era una amenaza para nadie. El monarca fue clemente y me nombró cuentacuentos de la corte. Decía que le encantaba oír mis historias que no eran más que un resumen de toda mi existencia. Al fin siento que encajo en algún lugar. Aquí soy útil y en cierta forma respetado. ¿Sabéis que es lo que más temo?, despertar un día en mi antigua habitación acolchada del manicomio y descubrir que todo fue un sueño. Si eso pasase, os juro que me quitaría la vida.
Bienvenidos al universo de Verikalpa.

Los Folk Metaleros Verikalpa, publicaron vía Inverse Records su primer L.P «Taistelutahto» el 16 de febrero de 2018.

Su line up es: Sami Knuutinen (bajo), Jani Ikonen (voz), Jussi Heikkilä (guitarra), Jussi Sauvola (teclado), Jari Huttunen (batería), Sami Ikonen (guitarra)

Amantes de la espada y los seres fantásticos, espero que estas esquelas sirvan para que les deis la oportunidad que merecen los de Finlandia. Su sólida propuesta, se basa como era de esperar, en toneladas de dobles armonías facilonas que bien pueden servir como himno en una noche donde la cerveza corra por doquier. Por lo que a mí respecta, no sé si os lo he comentado anteriormente, pero os tengo que decir que este género no es para nada santo de mi devoción. Sin embargo, cuando las cosas se hacen bien de forma objetiva, no queda de otra que reconocerlo y darle su justo premio. Lo que no puedo dejar de pasar, es el horrendo y lamentable artwork del disco en cuestión. Hacía tiempo que no veía una portada tan sumamente mal hecha.

Como decía un poco más arriba, las seis cuerdas escupen notas pegadizas a diestro y siniestro. Los riffs son fluidos, pesados y tarareables.

Agradezco que en el apartado vocal los registros sean netamente agresivos. Tanto, que el tono de Jani Ikonen me recuerda – salvando las distancias- al de Jeff Walker de Carcass. Olvidaos de clean vocals. Si las queréis, id en busca de otro grupo.

Los teclados están presentes durante todo el asalto, teniendo un claro protagonismo. Afortunadamente, no llegan a saturar con lo que el resultado final no queda empañado.

Dinámica es la percusión, tendiendo al mid tempo más enérgico. Por supuesto no se olvidan de la celeridad, atreviéndose con inclusiones puntuales de «golpes relámpago».

Destacaría la final ‘Rautatammi’ como lo mejor del Larga Duración.

Si os gusta este tipo de «ruido», os garantizo que el álbum que hoy ha protagonizado la reseña que ahora estáis a punto de acabar de leer, será de vuestro agrado.

Nota: 7
Autor: Chus

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