Crítica: Spectral Voice – Sparagmos (2024)


Agresión mortal en la Plaza de Huerto del Rey. Durante la madrugada del sábado 24 de febrero de 2024, un joven de 32 años fue agredido brutalmente por otro joven de 23 en la Plaza de Huerto del Rey -también conocida como la Plaza de la Flora- de Burgos capital – con una población cercana a los 175.000 habitantes- provocándole la muerte instantánea. La víctima, de Valladolid pero residente en Madrid, se encontraba en el lugar de los hechos -una zona de copas- celebrando junto a unos amigos una despedida de soltero. Al ser preguntado por el agresor, originario de Burgos, sobre su procedencia geográfica, recibió un golpe mortal tras contestarle que era vallisoletano. La víctima fue enterrada en el Cementerio de las Contiendas de la capital pucelana el lunes 26 de febrero en un funeral multitudinario.

El disco de hoy es el LP «Sparagmos» (Ritual realizado al dios griego Dioniso donde era consumida la carne cruda de un animal previamente despedazado), segundo larga duración del cuarteto estadounidense Spectral Voice (Voz espectral), practicantes de Metal Muerto y Ominoso desde 2012.

En su trayectoria han publicado un gran número de demos y trabajos compartidos. En 2017 se produjo la publicación de su primer LP «Eroded Corridors of Unbeing» (Corredores erosionados del no ser). A modo de información, existió desde el 2011 al 2019 otro grupo llamado Spectral Voices, practicantes de Metal Muerto Progresivo y Melódico también de Estados Unidos, que cambiaron ese nombre por el de Solemn Vision (Visión solemne).

El álbum que nos ocupa fue editado el 9 de febrero de 2024 por el sello americano Dark Descent Records en formato CD, digital, vinilo y casete. Contiene un total de 4 composiciones, todas cantadas, sumando un total de 45 minutos con 37 segundos, yendo de los 7 minutos con 39 segundos del tercer corte ‘Sinew Censer‘ (Incensario de tendones) a los 10 minutos de duración en el resto de las piezas.

La portada es una imagen fotográfica retocada con un evidente componente calavérico, produciendo un miedo a la muerte y su origen en una combinación solemne de colores adustos.
El arte corre a cargo de Manisfeter, cuyo trabajo puede verse en los lanzamientos anteriores de Spectral Voice. El nombre del grupo es ilegible y limoso, mientras que el título del álbum se lee bien a pesar de su muy reducido tamaño. La grafía emplea un color oro viejo adecuado. El sonido se escucha sin problemas, con un escoramiento al producido en los años noventa, evitando una sobrecarga dinámica más contemporánea.

Los ritmos se sitúan entre tiempos muy lentos, lentos, medios, rápidos y muy rápidos -éstos a cuentagotas-, primando la despaciosidad.

La voz es reverberada y doliente, en un registro de honda lastimosidad oscura. En ‘Death’s Knell Rings in Eternity‘ (La sentencia de muerte resuena en la eternidad) -que cierra el disco- aparece un breve segmento con timbre rasgado coral.

Las guitarras son aceradas y cortantes, una bella exposición de intenciones inequívocas, adoleciendo de solos.

El bajo queda fuera del concierto sonoro, siendo su parcela irrelevante.

La batería, ejecutada hábilmente por el cantante, muestra ese acercamiento referido al sonido de los noventa, sin sobreexposiciones hiperbolizadas a los parches, los platos y el doble pedal.

Coda: un disco bien producido y versátil con vistas a una interiorizada espectralidad desprejuiciada.

Nota: 6
Autor: Deader.

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