Crítica: Cruciatus - ECOchisTEMA (2024)

Después de décadas de abusos, parecía que el mismísimo planeta se había revelado contra la raza dominante, arremetiendo contra todo y todos en un acto de ira desmedida que pretendía acabar en inmolación. Tímida y paulatinamente el terreno cultivable dejó de ser fértil. Después le tocó el turno al agua, que se tornó de un color esmeralda. Acto seguido, y tras transcurrir cinco años de los primeros cambios, el clima varió de forma brusca, pero no subiendo las temperaturas, sino bajando de manera muy alarmante. La inmensa mayoría de la flora y fauna comenzó a fallecer por el intenso frío. Extrañamente, las comunicaciones y cualquier aparato tecnológico dejó de funcionar de un día para otro. Algunos científicos, afirmaron que además de los problemas ya existentes, también existía una anomalía con el campo magnético. Sin duda, la raza humana se enfrentaba a sus últimos días…
Bienvenidos al universo de Cruciatus.

El 21 de mayo de 2024, apareció el nuevo trabajo del combo de Death Grind Cruciatus. El redondo tomó el nombre de «ECOchisTEMA».

La agrupación consta de los siguientes miembros: Rudolf (Batería), Juan C. Henao (guitarra), Juan C. Vasquez (bajo y voz).

Conforme los años transcurren, las bandas acaban por hacer dos cosas: estancarse y ofrendar el mismo disco una y otra vez con cada vez menos gracia, o aventurarse en terrenos desconocidos. En el caso de los colombianos, sin renunciar ni un ápice a la brutalidad que los ha caracterizado desde sus inicios, es más que obvio que con su último trabajo han ampliado fronteras compositivas. Para bien o para mal, han incluido pinceladas leves de música máquina o elementos étnicos cuando menos se espera, con la intención de otorgarle a su propuesta una nueva cantidad de matices y un soplo de aire fresco.

Las «hachas» son tan letales como cabía de esperar. Riffs fluidos se combinan con otros más pesados o punzantes, consiguiendo así no dejar títere con cabeza. Un punto a tener muy en cuenta es la labor de la lead guitar. No os digo más.

Dentro de las voces, degustaréis tanto growls profundos como unos guturales más…. ¿cómo decirlo? …. altos…. Lo que no me ha convencido demasiado ha silo la aparición de clean vocals. Vale, hacen acto de presencia de manera anecdótica, pero……

Durante todo el plástico, el bajo tiene presencia, y eso es motivo de celebración. Siempre es bien comprobar que las cuatro cuerdas no quedan relegadas a un segundo o tercer plano.

Tremendamente dinámica es la percusión. Rudolf sin duda es un buen baterista, que demuestra su valía con creces en «ECOchisTEMA».

Recomiendo ‘Blood Diamonds‘, ‘ECOchisTEMA‘ y ‘Ecological Hypocrisy (Greenwashing)‘. Para un servidor son lo mejor del Long Play.