Crítica: Kaeck – Stormkult (2015)

"BrokenTomb"


Las luces rojas y azules iluminaron el denso bosque. Hacía una semana que dos jóvenes, sin relación aparente, habían desaparecido. Las pistas habían llevado a la Policía hacia el boscaje. De aquel sitio se contaban unas leyendas escalofriantes. Algunos viejos decían que estaba maldito, otros, que allí se realizaban rituales prohibidos desde tiempos inmemorables.
Las fuerzas de seguridad comenzaron a peinar la zona con perros. Los animales, se mostraban más inquietos de lo normal, mientras olisqueaban el terreno. Tan solo una hora más tarde, los agentes acabaron por llegar a un punto, donde parecía que había sido calcinado. Era extraño, ya que no constaba ningún incendio últimamente por aquellos terrenos. Además, extrañamente, el lugar ardió de forma perfectamente circular. Cada árbol consumido por el fuego tenía unas extrañas marcas. En medio de todo aquello, encontraron las cenizas de dos cuerpos, una daga, un libro escrito con una extraña lengua y las pisadas de un ser que desde luego no era humano. ¿Qué había pasado allí?, y lo más importante, ¿cuán peligroso podría llegar a ser ese monstruo?
Bienvenidos al universo de Kaeck.

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Desde Holanda, nos llegó en 2014 el conjunto de Black Metal Kaeck. Un año más tarde, el 21 de diciembre de 2015, el sello Folter Records lanzó su primer L.P "Stormkult". Ahora, este humilde redactor os ofrecerá su respectiva reseña.

El line up es el siguiente: J. Kruitwagen (guitarra. A su vez componente de Sammath), Swerc (teclado, batería y bajo. También miembro de Asregen, Dystertid, Gheestenland, Kjeld, Krocht, Lugubre, Salacious Gods, Standvast, Tarnkappe, ex-Autumn in Frost, ex-Dethrimentum, Dwaallicht, ex-Winter of Sin, ex-Adendum Demise, ex-Maliën), Hrodulfr (voz. Asimismo, forma parte de Standvast, Tarnkappe, ex-Gravenveld IX, ex-Moloch, ex-The Chosen).

Este combo, desde luego ha empezado pisando fuerte dentro del mundillo del "Metal Negro". La obra que hoy estamos comentando, es oscura como el más profundo de los pozos, e igual de maléfica que el mismísimo Satán. La inclusión de teclados está hecha con muchísimo gusto, otorgándole al disco de un punto extra de perversidad y melodía.
La producción es sucia, añadiendo un artwork que supura magia negra por los cuatro costados.

Los riffs os infectarán con un mortal veneno. Los hallamos violentos, fluidos, veloces, disonantes, a doble armonía y a una cuerda.

Respecto a los tonos vocales, nos toparemos con un doble asalto. Agónicos shrieks conviven a la perfección con desesperadas clean vocals.

La batería, desmiembra posers a base de ritmos endiablados. La celeridad manda, sin dejar de lado la contundencia cuando la ocasión lo requiere.

Personalmente destacaría "Holenmuur", "Akolieten van de nacht" y "Afgod" por los motivos que voy a exponer a continuación:

"Holenmuur" comienza de forma siniestra. Pausadamente va ganando garra, hasta convertirse en un destructivo vendaval.

"Akolieten van de nacht" se podría definir perfectamente con la palabra "apocalíptica". No os comento más, prefiero que lo descubráis por vosotros mismos.

"Afgod" os volverá locos gracias a las ráfagas de blast beat.

Espero que la banda no tarde mucho más en publicar nuevo material. Si siguen por la senda que han empezado a andar con este C.D, van a llegar muy lejos.

Nota: 8,5
Autor: Chus

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