
Cero energético. El 28 de abril de 2025 se produjo un apagón masivo del suministro eléctrico en la península ibérica (España, Portugal y Andorra) así como en puntos localizados en el sur de Francia -aquí de manera breve-, causando graves problemas en la atención médica de hospitales y centros de salud, en el funcionamiento de los servicios de trenes, las líneas de metro, los aeropuertos internacionales, la conducción por carretera y las telecomunicaciones, viéndose afectada una población usuaria de más de 55 millones de personas. Los equipos de emergencia debieron rescatar ese mismo lunes a unos 35.000 pasajeros tras quedar atrapados al no poder circular los vehículos de transporte utilizados para las distintas conexiones diarias. Así, debieron emplearse las propias estaciones de tren, los aeropuertos y centros deportivos para refugio de los afectados por el corte total de luz. Se reportan al menos cinco personas fallecidas a consecuencia del apagón y unas pérdidas económicas de millones de euros. El suministro eléctrico fue retornando paulatinamente, situándose el abastecimiento de demanda de consumo al 99,95% desde las 07:00 de la mañana del 29 de abril de 2025. A día de hoy, se desconocen las causas exactas del incidente, siendo una posible explicación del mismo la reunión de distintos factores respecto a la vulnerabilidad estructural del sistema eléctrico debido a una mermada capacidad de interconexión europea, la alta dependencia de fuentes renovables de baja inercia -como la solar o la eólica- y la mejora pendiente en la gestión del nuevo ciclo de transición energética.
El disco de hoy, lanzado en formato digital el 18 de abril de 2025 por el sello italiano Nadir Music lleva por nombre el de «Culto», siendo el décimo elepé del cuarteto transalpino Infection Code (Código Infección), músicos practicantes de Metal Industrial y Apaleador desde 1999. De la formación original permanecen dos de sus integrantes, el vocalista y el guitarrista.
La portada muestra una imagen encapsulada densamente simbólica en tonos cromáticos de naturaleza espacial.
51:39 es la duración completa que ofrece el listado de 10 canciones, equilibradas en cuanto a una extensión alrededor de los cinco minutos cada una de ellas. La producción es de una pureza meridiana y sin recortes sensitivos, siendo excelente en cuanto a su potencia orgánica salpicada de puntuales efectos electrónicos de perfecta implementación. Los ritmos captados son matizadamente lentos y medios.
El apartado vocal es variado en un registro cavernoso de plena modulación, partes agudas e incluso en limpio, dependiendo ello de las intenciones conceptuales utilizadas en una interpretación acertada a nivel compositivamente expresivo; tómese como ejemplo de dicha versatilidad el tema ‘The Final Act‘ (El acto final).
Las seis cuerdas ejecutan una partitura de amplia incursión rodante en sus líneas de traslación sonora, no hallándose solos practicados en el álbum.
El bajo en temas como ‘The Final Act‘ (El acto final), ‘Cursed Breed‘ (Raza maldita), ‘Faceless God‘ (Dios sin rostro), ‘Inner Infernus‘ (Infierno interior) o ‘Plague Daemon‘ (Demonio de la plaga) genera pulsaciones rítmicas de reverberante ejecución inmersiva en una labor contenida de preciso punteo.
La batería, a los parches, los platos y el doble pedal consigue una labor mayestática en un ejercicio ordenado, homogéneo e impecable, subiendo muchos enteros al cómputo final del elepé. Resaltar, por último, el tema rupturista ‘Dead Brain’s Oblivion‘ (El olvido del cerebro muerto) por calidad rubricada en su condición de rareza profundamente sorprendente.
Coda: un disco notable en base a una veteranía cualitativamente exponencial y clarificadora de intacta pujanza juvenil.
Nota: 8.
Autor: Deader.
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