Crítica: Replicant - Infinite Mortality (2024)

Lo tenían suspendido con una especie de tela de araña. Bajo él, los cinco encapuchados recitaban una especie de cántico en una lengua extraña. De repente, y de forma literal, su piel se fue desprendiendo del cuerpo. El dolor eran tan extremo que ni tan siquiera podía gritar. Era su desencajado rostro el que comunicaba cuan brutal era el martirio. Por alguna extraña razón, no perdía el conocimiento. La sangre salía a borbotones, con la impresión de que era mucha más cantidad de la que una persona normal podría contener dentro de sí. Los hechiceros alzaron más sus profundas voces, y ahí fue cuando reventó. Una décima de segundo antes de la explosión, pudo ver con total claridad el escalofriante rostro de un ser que desde luego no era de la Tierra…..
Bienvenidos al universo de Replicant.

El tercer Larga Duración de los Technical Avant Garde Death metaleros Replicant «Infinite Mortality», vio la luz el 12 de abril de 2024 gracias a Transcending Obscurity Records.

Mike Gonçalves (voces, bajo y guitarra), Pete Lloyd (guitarra y sintetizadores), Itay Keren (guitarra y voces) y James Applegate (batería de sesión), son las personas que hicieron posible la obra que hoy os comento.

Con una devastadora y demencial frescura, se van pasando los nueve tracks que conforman el redondo. Hay dos cosas que no se pueden negar: la primera, es la calidad intrínseca del conjunto. La segunda, que no hacen música para todos los públicos dentro del «ruido» extremo. Y es que la propuesta de los americanos puede llevar a la locura a las mentes más fuertes, gracias a la fusión de furia disonante unida con instantes atmosféricos incómodos.

Las guitarras llegan a ser sesudas si la ocasión lo requiere, adjuntando solos atonales, riffs marcados y pesados o dobles armonías carentes de cordura.

Tan violentos como desesperados con los registros vocales. Como suele ser habitual en los tiempos que corren, mezclan growls profundos y guturales agudos rasgados.

El bajo se hace notar a lo largo de todo el redondo, cosa que es muy de agradecer.

Respecto a la percusión, no podría ser más dinámica. Desde luego, podrían fichar a James Applegate permanentemente. Este hombre sabe muy bien lo que se hace tras su kit de tambores.

Todos los temas están a un muy buen nivel. A la hora de recomendar alguno no sabría cual, mas si queréis saber como se las gastan, echadle un oído a la inicial ‘Acid Mirror‘.