Crítica: Sodom – Genesis XIX (2020)


La única manera de poder crear una sociedad mejor, era destruir por completo la ya existente. No era necesario un excesivo número de personas para lograr esto. Con tan solo un centenar repartidos por todo el planeta y colocados de forma estratégica en puestos políticos de importancia se podía lograr. El proyecto «Nueva Genesis» fue tomando forma a lo largo de diez largos años. El día 1 de enero de 2050 los grandes empresarios, la realeza y la política fueron asesinados sin piedad alguna. Los atentados a los lugares donde estaban todas esas personas fueron sucediendo a lo largo de unas escasas cinco horas. El pueblo al fin era libre, libre de elegir de verdad su camino, libre de ataduras económicas, libre de desigualdades, como siempre tuvo que ser…
Bienvenidos al universo de Sodom.

El mítico combo de Thrash Metal Sodom, lanzará el 27 de noviembre de 2020 su nuevo trabajo discográfico llamado «Genesis XIX». Será editado por Entertainment One (“eOne”) en Norteamérica y por SPV/Steamhammer en Europa.

La actual formación consta de los siguientes miembros: Tom Angelripper (bajo y voz), Frank Blackfire (guitarra), Yorck Segatz (guitarra), Toni Merkel (batería).

Ay amigos, no os podéis hacer una idea de lo complicado que es hacer una reseña. De entrada, como ya habéis comprobado, la de hoy es protagonizada por uno de los pesos pesados del Thrash mundial. Estos alemanes son toda una leyenda, siendo una de las bandas más influyentes no solo dentro del ámbito netamente thrasher, sino también del mundillo blacker. Para los anales de la historia pasaron trabajos tan imprescindibles como «In the Sign of Evil», «Obsessed by Cruelty» o lo que es para mí su obra cumbre, «Persecution Mania» (no incluyo a «Angent Orange» porque ‘Ausgebombt‘ rompió el gran empaque que podía haber tenido). Con el pasar de los años, la chispa, sin acabar de apagarse del todo fue menguando en exceso, ofrendándonos una ristra de trabajos cuanto menos irregulares. Tengo que confesar que terminé de perderles la pista en «M- 16». Un Elepé que convenció a muchísima gente pero que a un servidor lo dejó más bien frío. Ahora, en plena pandemia, vuelvo a encontrarme con ellos después de tanto tiempo, y la verdad es que…. Vale, de momento solo puedo deciros que os voy a regalar una de las reviews más largas que jamás haya escrito. ¡No paréis de leer!

De entrada, se podría decir que el redondo está plagado de luces y sombras. Lo claramente negativo, es el hecho de que a veces se tiene la sensación de que las tonadas están alargadas de forma forzosa. Obviamente, esto hace que se llegue a perder momentáneamente la atención a lo que se escucha. Por otro lado, no he acabado de entender el por qué dejan aflorar ese punto «rockero» de ‘Sodom & Gomorrah‘ o el emerger de la vena más punk en ‘Indoctrination‘. Como es natural, lo que acabáis de leer le resta inevitablemente nota al cómputo final.

Ahora, si os parece, repasemos sus virtudes. La que va a ser la nueva obra del cuarteto teutón rezuma violencia y velocidad por los cuatro costados. Se acabó al fin el protagonismo de los mid tempos de poca gracia que coparon la inmensa mayoría del minutaje de «Code Red» o el ya nombrado «M- 16». Aquí la intensidad no baja demasiado, y el equilibrio entre celeridad y potencia están realmente bien conseguido. Además, no contentos con ello, consiguen sorprender gratamente gracias a la inclusión cuando es necesario de blast beats y tremolo picking. Parece ser, que otra agrupación de la vieja guardia se ha dado cuenta que se pueden expandir, actualizar y enriquecer los parámetros compositivos del “Metal Apaleador”. Solo por eso, me es imposible ponerles menos puntuación.

Por el lado de la producción, ésta es buena y nada genérica en los tiempos que corren. Asimismo, la portada, no podéis negar que no resulta apocalíptica.

Las seis cuerdas pueden ser fluidas, pesadas u oscuras. Como ya he apuntado un poco más arriba, no temen en regalarnos toques de «riffs a una cuerda» o dobles armonías. Los solos, son tan cortantes y letales como era de esperar.

Nada que objetar a la labor de Mr Angelripper en el apartado vocal. Este hombre sigue vociferando como nadie. Bien por él.

La percusión es rabiosa y predominantemente acelerada. Por supuesto, la potencia sin control no sirve de nada, y saben levantar el pie del acelerador cuando se debe. La sorpresa viene al emerger los «golpes relámpago». No sabéis la alegría que me he llevado al comprobar que usan ese recurso.

Destacaría las devastadoras ‘Nicht mehr mein Land‘, ‘Dehumanized‘ y ‘Friendly Fire‘. ¡Vaya tela! Preparad el Reflex, porque la lesión de cuelo está asegurada cuando las catéis.

No será una obra maestra, mas solo por actualizar de buenas maneras el tipo de metal extremo que tocan merece que lo escuchéis.

Nota: 7
Autor: Chus

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