El sacerdote alzó la cruz de forma intimidante. Del emblema cristiano emergió una potente luz blanca que lo dejó casi sin visión. Entonces, llegaron unas indescriptibles punzadas que le recorrieron todo el cuerpo. Gritó cuanto pudo, como nunca antes lo había hecho, sorprendiéndose de que el registro que estaba emitiendo parecía no ser suyo. Se desplomó en el suelo, y se iniciaron las convulsiones. No tardó mucho más en perder el conocimiento. Cuando volvió en sí, estaba encerrado en una mazmorra acompañado de cadáveres, ratas y cucarachas. Transcurrió varias horas hasta que el portón se abrió. El siervo de cristo, se le acercó y le susurró al oído: «aún no conoces lo que en realidad es el dolor. Conviértete a la verdadera fe y eso acabará»…..
Bienvenidos al universo de Phlebotomized.
El 2 de diciembre de 2022, Hammerheart Records reeditó la mítica demo de 1992 de Phlebotomized «Devoted to God».
El line up de aquellos entonces fue: Patrick van der Zee (bajo), Lawrence Payne (batería), Jordy Middelbosch (guitarra), Tom Palms (guitarra), Barry Schuyer (voz), Ben Quak (teclado).
Cuando algo en el mundo del arte es bueno o no envejece, o lo hace realmente bien. Ese es precisamente el caso de la maqueta en cuestión. Tremendo ejercicio compositivo que se marcaron los de Países Bajos. Camaradas, aquí no pasa más de 10 segundos sin que suceda algún giro de dirección magistral. Los desarrollos de las tonadas son densos, extensos y variados, demostrando al mundo como y cuanto usar el teclado. Esto es Metal Extremo de la mayor calidad. Tanta, que pienso que cualquier etiqueta se le queda pequeña. Sin embargo, y para que los nuevos se hagan una idea, los calificaría como Prog Atmospheric Death Doom Metal. En otro orden de cosas, tanto la producción, añeja, gruesa y oscura, como el artwork, nos remiten a tiempos pretéritos, cuando la escena estaba en plena ebullición, regalándonos talentos tan grandes como el de Phlebotomized.
Las seis cuerdas pueden ser maravillosamente rotundas, o peligrosamente aceleradas. Las dobles armonías se crean tanto con «hachas» como con colchón de teclado. Asimismo, y anecdóticamente, no temen mostrar pizcas suaves y acústicas.
El registro de Barry Schuyer es genial. Growls reales salidos de una época que también lo era.
La labor de Lawrence Payne es digna de ovación. Este hombre hizo maravillosos cambios de recorrido tras su kit de tambores. Sí, no os faltará de nada, desde down tempos hasta blasts beats. Dinamismo en estado puro.
Son geniales todas y cada una de las canciones, de ahí a que no recomiende alguna en concreto. De verdad, si aún no habéis oído «Devoted to God», no sé a qué esperáis.
Nota: 9
Autor: Chus
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