Crítica: Khold – Svartsyn (2022)


El próximo viernes, 24 de junio, saldrá a la luz el séptimo álbum de la banda noruega de Black Metal, Khold, titulado “Svartsyn”, a través de Soulseller Records.

La formación de Khold consiste en Gard (voz, guitarra), Rinn (guitarra), Crowbel (bajo) y Sarke (batería).

Ocho años han pasado desde que Khold lanzaran su último trabajo “Til Endes”, pero el tiempo no pasa para la banda y en “Svartsyn” no nos vamos a encontrar sorpresas con respecto a sus anteriores discos, por lo que si sois fans de la banda, estáis de enhorabuena, pero si nunca os llamó la atención, entonces este álbum no os va a cambiar de opinión.

“Svartsyn” se compone de diez canciones y una duración total de 40 minutos en los que Khold recorre un camino compuesto por retazos de Black ‘n’ Roll, como en la inicial ‘Apostel’, así como temas que apuestan por el mid-tempo o incluso el Black Doom, creando unas atmósferas realmente oscuras, prueba de ello lo encontramos en ‘Helligdom Av Dode’, y por supuesto, no pueden faltar los blastbeats y los trémolos a lo largo del tema ‘Manngard’; al margen de estas características, principalmente estamos ante un trabajo con riffs repetitivos y una fuerte presencia del bajo, incluyendo un pequeño solo en ‘I Demonens Bok’, lo cual, como siempre digo, agradezco, pues este ayuda a crear un cuerpo realmente profundo en las canciones. El punto negativo es que realmente el trabajo no resalta en ningún momento y llega un momento en el que dejas de prestarle atención, pues se vuelve demasiado monótono; esto no es nuevo en una banda como Khold, pero a mi personalmente no me llama especialmente la atención. No creo que se trate de una falta de ideas, simplemente es la forma de entender el Black Metal por parte de Khold y para que os hagáis una idea, esta es bastante similar a la creada a principios y mediados de los 2000, como por ejemplo y para que os hagáis una idea, a lo largo de discos como el “The Age of Nero” de Satyricon , en donde predominan los ritmos lentos y las melodías repetitivas, aunque, todo hay que decirlo, bastante descafeinadas.

En resumen, “Svartsyn” no es un mal disco, pero probablemente lo escuches y te olvides de el. Y como dije al principio, si eres fan de la banda, seguramente lo disfrutes y es justo lo que estabas esperando, pero a mi, personalmente, me parece un disco muy plano.

Nota: 5
Autor: Ramón

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