Crítica: Buried – Oculus Rot (2021)


Le costaba respirar con la capucha puesta, pero era menos incómodo que intentar andar con grilletes en tobillos y muñecas. Llevaría menos de tres minutos andando, pero tenía la sensación de que no iba a parar nunca. De repente, le quitaron la caperuza. Durante los pocos segundos que le costó enfocar, tuvo la estúpida idea de que nada de lo que pasaba era real, que despertaría sobresaltado en su pequeño, pero acogedor piso situado en el centro de la ciudad. Por supuesto no ocurrió, ¿cómo pudo ser tan estúpido de albergar un resquicio de esperanza…? Observó de forma rápida su alrededor. Se hallaba en una habitación húmeda y mal iluminada. En medio, una vieja y gruesa silla le daba un toque más siniestro si cabe a la situación. Debajo de ella, había un enorme pentagrama. Le quitaron las metálicas ataduras y lo colocaron en el asiento. No podía ni tan siquiera suplicar. Entonces, emergieron del suelo unos extraños tipos ataviados con gruesas túnicas negras. No les podía ver el rostro. Tan solo emitían una escalofriante luz esmeralda de sus ojos. Se agarraron de las manos e iniciaron lo que a todas miras era un conjuro. ¡¿Qué pretendían hacer con él?!….
Bienvenidos al universo de Buried.

El combo de Prog Death Metal Buried editó el 14 de febrero de 2021 su primer L.P «Oculus Rot» gracias a Brutal Mind.

Su alineación es: Joel Sta (voz), Robbe V (batería), Steve (guitarra), Worm (bajo).

Independientemente de que os guste el debut de los de los Países Bajos o no, es imposible que nadie, absolutamente nadie comente que es un mal plástico o que son mediocres. Os puedo asegurar que el ejercicio de composición que hacen es cuanto menos titánico. Cada uno de los nueve cortes que lo conforman resultan refrescantes, únicos, descarnados y elaborados, ofrendando un viaje sonoro de incalculable valor. Madre del amor hermoso, si han conseguido un nivel tan alto en su debut, miedo, en el buen sentido de la palabra, me da de lo que llegarán a hacer en un futuro próximo. Si os preguntáis si es obra maestra, o mejor dicho, si yo lo pienso, la respuesta es que si no lo es se le acerca bastante. De la producción no puedo objetar nada. El sonido es actual y nítido. Por poner una pega, el artwork sin ser nefasto, no me ha terminado de convencer demasiado.

La forma en la que tienen de enlazar y variar de riffs es apabullante, y si a eso le dais una pizca de técnica extra cuando la ocasión lo requiere, la mezcla resulta explosiva. No se olvidan del tremolo picking, mas no es un recurso demasiado explotado. Respecto a la lead guitar, no trabaja demasiado, aunque cuando lo hace… ay madre, poca broma.

Quitando algún que otro alarido de gutural agudo rasgado, el tono que predomina es el de un growl profundo y descarnado. Gracias a Odín no hay tonterías de clean vocals ni efectos extraños en el susodicho apartado.

La labor de Robbe V tras su kit de tambores es…. ni tan siquiera sé que calificativo positivo ponerle. Da gusto cuando uno se topa con parches aporreados de una forma tan intensa y diferente.

Mis tracks favoritos han sido: ‘Buried‘, ‘Oculus Rot‘, ‘Leech‘, ‘Splintered‘ y ‘Tenebrous Worm‘. ¡Qué barbaridad, tremendos temazos!

Si os gusta el «Metal Muerto» intrincado y estáis hartos de lo mismo de siempre, no os perdáis este Long Play.

Nota: 9
Autor: Chus

Facebook

YouTube

Brutal Mind Facebook

 

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.