Crítica: Undertakers – Dictatorial Democracy (2020)


El lanzamiento que hoy nos convoca es el disco «Dictatorial Democracy», último álbum de estudio de la banda de brutal-grind-harcore italiana, Undertakers, que saliera al ruedo discográfico el pasado 30 de octubre de 2020, en formato vinilo y digital bajo la etiqueta Time To Kill Records.

Undertakers nacieron a finales de 1991, y si bien han tenido varios cambios en su formación, hoy se encuentran integrados de la siguiente manera: Enrico Giannone en voz,  Stefano Casanica en guitarra,  Marco Mastrobuono en bajo y Demian Campora en batería.  Su estilo musical también ha sufrido cambios a lo largo de estos años, y ha mutado lentamente de un death metal clásico a una increíble mezcla de Grind, Brutal y Hardcore. Además, durante su carrera compartieron escenario con Napalm Death, Suffocation, Malevolent Creation, Vader, Cannibal Corpse, Vital Remains, Fuzztones, Sinister, Dog Eat Dog, Krabathor, Disgorge, Pandemia, Ryker’s y muchos otros, tienen tres giras europeas a sus espaldas y participaron en varias ediciones de Brutal Assault y Dynamo Open Air

En cuanto a su discografía, durante todos los años de carrera en la escena extrema italiana, han logrado editar la siguiente lista de álbumes: «In Limine Mortis»  en 1993 (Demo), «Beholding The Reality» en 1994 (Demo), «Suffering Withing» en 1996, «Live in Brutality» en 1999, «Vision Distortion Perversion» en 2000, «Fascist Pig_Suicide in Venice (A Tribute to Suicidal Tendencies)» en 2000, «Alive Rumble in Brutality 7”» en 2001, «Ripetutamente 99 posse Song sul cd NA_99_10°» en 2001, «Chaos in Music  4 way» Split de 2003, «Revision Dstortion Xversion (feat. Reeks)» en 2004 y nuestro disco de hoy: «Dictatorial Democracy» .

En lo referente al sonido, el disco es un buen representante de los géneros que le son atribuidos, ya que se presenta como áspero, abrasivo, pesado y lleno de furia, usando cambios de tiempo abruptos hasta convertirse en un asalto ruidoso, agresivo, amenazante y poderoso de música a todo volumen que nos ataca como si Undertakers estuviera compitiendo por ser la agrupación con la mayor potencia y el volumen más alto

La banda presenta la formación estándar para una banda del estilo: voz, guitarra, bajo y batería, sin otros instrumentos que no sean los convencionales. Sus letras expresan frustración, enfado y desencanto de la actividad política. Las composiciones son cortas, entre dos y tres minutos por canción, con el acento puesto en el ritmo, que es versátil y desafiante, muy veloz y agresivo, con constantes cambios abruptos pero coordinados entre todos los instrumentos, y no en la melodía, además abandona la línea estructural básica de las canciones de metal estrofa-estribillo por formatos de canciones impredecibles dejando de lado toda idea establecida para la composición musical.

Los instrumentos parecen competir entre si por ser el protagonista del álbum pero  la batería es el «motor» y el elemento más esencial del disco ya que su sonoridad agresiva aporta la «ira implacable» del álbum, es abrasiva, con constantes cambios de ritmo y tempo, y un gran uso del blast beast, lo que nos deja ritmos explosivos, estallidos de  percusión maníaca,  pura violencia sónica.

Los acordes de guitarra son muy  rápidos y potentes con un tono muy distorsionado y amplificado semejante a un zumbido, con una afinación más grave de lo normal y haciendo alarde de mucha velocidad y agresión, se presentan como técnicamente versátiles y rítmicamente desafiantes sin realizar solos. El bajo, como todos los demás instrumentos, se exhibe de manera rápida y variada y en concordancia con los demás instrumentos. La voz, dominada por el gutural y va desde chillidos agudos del screaming hasta gruñidos y ladridos bajos, que van de la mano con los pig squeal o growls.

En síntesis, la banda presenta un sonido arrollador y brutal en extremo, centrado en la batería agresiva, la guitarra distorsionada y amplificada y apoyándose mas en el ritmo, veloz e intenso, que en la melodía, expresan furia y descontento político con letras  críticas y voces guturales (pig squeal y growls).

Para todos los fanáticos del grindcore y el hardcore, para personas inconformes con la realidad política y social, para un público conocedor del metal extremo, gente que no se ande con chiquitas, para todos ellos es recomendable esta propuesta discográfica, quienes disfrutaran sin límites de esta producción radical y violenta en extremo.

Nota: 9, 5
Autora: Irene Adler

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