Crítica: Pork True – The Indestructible I (2020)


¿Cómo podía estar pasando algo así? Tenía que ser una pesadilla. De seguro, en unos segundos abriría los ojos y se despertaría sobresaltado en su apartamento. Sin embargo, no era una alucinación ni un sueño lo que estaba ocurriendo. Estaba en una camilla, atado de pies, manos y cabeza. Unos parpadeantes y débiles focos de quirófano lo enfocaban. Gritó desesperado pidiendo ayuda sin obtener respuesta alguna. Después de lo que consideró al menos una hora, aparecieron dos hombres ataviados con batas, mascarillas y guantes médicos. Hablaban de forma jovial de trivialidades como si él no estuviese en la sala. De repente, escuchó como una especie de taladro cobraba vida. En ese mismo instante fue cuando los macabros doctores le comentaron que pretendían hacer. Iban a extraerle todos los órganos para venderlos en el mercado negro. Lo mejor, es que por simple placer, se quedarían con su cerebro. Lo que en realidad sonaba, era una radial con la que levantar sin problema la sesera….
Bienvenidos al universo de Pork True.

Gaspar del Valle (bajo), Ton Moreno (guitarra, batería), Carlos (guitarra) y Roberto (lírica y voz) forman Pork True. El 31 de diciembre lanzaran gracias a Base Record Production, Abstrac Emotions, Hecatombe Records, Vinilako Records y Pathologically Explicit Recordings su nuevo L.P «The Indestructible I» y ahora Broken Tomb os ofrece la oportunidad de leer su respectiva reseña.

Los aproximados tres años que ha tardado el conjunto en editar su último y flamante Elepé han valido la pena. El cuarteto nos regala una descarga trepidante y macabra de Death Metal. Sin contar el intro, el resto de cortes, carentes de innecesarias florituras, pero perpetuamente devastadores, no dejan títere con cabeza, haciendo las delicias de propios y extraños. Sin embargo, no es un disco perfecto. Desde mi punto de vista tiene dos pegas. Una es la producción. No es que suene mal, pero llega a tener demasiado regustillo amateur. La otra, es la inclusión de ‘Misconception of inner struggles’ y sus seis cuerdas desenfadadas. ¿De verdad era necesario bajar la cota de brutalidad?, yo creo que no. Por lo demás, nada que objetar.

Cada nota que sale despedida de las seis cuerdas de Ton Moreno y Carlos consigue pudrir todo lo que toca. Para lograrlo, usan riffs fluidos, instantes de dobles armonías y embistes de tremolo picking cuando es necesario. Me es imposible no informaros que la influencia de Cannibal Corpse queda patente en ‘Gnitacidare Gniyllub‘, ‘Mandatory Exclution‘ y ‘To Conquer it all‘.

Dentro del apartado vocal, unos claramente predominantes growls profundos conviven de buenas maneras con pinceladas de guturales agudos rasgados.

El bajo tiene presencia a lo largo de todo el Long Play, y eso es de agradecer. Al fin el susodicho instrumento no pasa a un segundo plano. Si no me creéis, no os perdáis ‘Fanatism Trauma‘ o ‘The Indestructible I ‘.

Dinámica hasta decir basta es la percusión. Existe un buen equilibrio entre velocidad y potencia.

Las tonadas que más me han gustado han sido ‘Innebitable‘, ‘Fading Out Idolatry‘, la ya nombrada ‘Fanatism Trauma‘ y la final ‘Cannibalized Fleshyard‘. No os digo nada, y os lo digo todo.

Señoras y señores, a pesar de lo que para mí han sido las fallas del álbum, esto no deja de ser «Metal Muerto» de alto octanaje. No dejéis pasar la oportunidad de haceros con una copia nada más salga al mercado.

Nota: 7,5
Autor: Chus

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