Crítica: Ontborg – Within the Depths of Oblivion (2019)


Estoy exhausto. A pesar de estar tan cerca de la maligna construcción, no sé si seré capaz de llegar. A más me acerco a la imagen, mayor cantidad de peligros aparecen. Sin duda, el perverso ente que habita en la escultura puede llegar a controlar cualquier cosa del bosque. Que irrisorio. Llevo horas luchando contra raíces, árboles y animales salvajes. Lo peor de todo es que en realidad están acabando conmigo. Tengo heridas graves en piernas y brazos. Pierdo mucha sangre. Si perezco, si no consigo destruir la estatua y encerrar al demonio en el ánfora sagrada, estaremos perdidos…
Bienvenidos al universo de Ontborg.

Desde Italia, nos llega un nuevo grupo de Melo Death Metal llamado Ontborg. El pasado 24 de mayo de 2019, lanzaron su primer L.P «Within the Depths of Oblivion». Durante esta crítica, daremos buena cuenta del susodicho asalto.

La alineación es: Harry Klenk (bajo), Christoph Flarer (batería), Florian (guitarra), Lukas Flarer (guitarra y voz).

Ay señor, que largo se me ha hecho el debut de esta banda. Amigos, esta gente se repiten más que el chorizo. A ver, sus señas de identidad están claras: melodías repetitivas y dramatismo por doquier. En cada tonada, no introducen muchos giros en las seis cuerdas y los que hay, son repetidos hasta la saciedad. Tal vez, si la duración de los tracks fuese menor, la idea les hubiese funcionado mejor. Si acaso lo único que puede llegar a sorprender, y solo por su nacionalidad, es el uso del mítico pedal HM2. O sea, que si no se sabe su país de origen, más de uno de vosotros diría que sin duda son suecos. Respecto a la portada, para mí ha sido lo mejor del Elepé en cuestión. Tremendo artwork.

Ya lo decía en el párrafo principal. Las «hachas» son ante todo melancólicas. El uso de las dobles armonías es una constante. A su vez, os toparéis con instantes de tremolo picking, contundencia muteada y pinceladas pausadas. ¿Solos?, ¿eso que es? aquí no hay ni uno.

Desgarradores y típicos son los registros vocales de Lukas. Al menos no hay clean vocals, menos mal….

La percusión suele ir a medio gas. Por cierto, no sé a vosotros, pero a mí en las partes aceleradas el sonido del bombo me ha taladrado. Tac Tac Tac…. podrían o afinarlo más grave o bajarle un poco el volumen. Curiosamente, cuando Christoph toca a mid tempo no llega a irritar.

Destacaría la inicial ‘Living Is a Torture’ y ‘The Long Awaited Winter’ por ser las canciones más directas del álbum.

A mí no me han convencido demasiado, pero la última palabra la tenéis vosotros. Para poder opinar como Odín manda, lo mejor es que lo catéis.

Nota: 5
Autor: Chus

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