Crítica: Orv – Calmness Is Pretence (2024)


Estaba mareado hasta extremos. Le costaba respirar, y cada bocanada de dolía muchísimo. En su estado no podía moverse mucho más. Decidió arrastrarse a duras penas para cobijarse del sol bajo un frondoso árbol. El corto trayecto le pareció eterno. Con la totalidad del brazo izquierdo intentaba avanzar, mientras que con la mano derecha sujetaba parte de los intestinos. Al llegar, apoyó como pudo la espalda y miró hacia el encapotado cielo. Las ennegrecidas nubes amenazaban con descargar en breve mientras él solo podía lamentarse de todos sus errores….
Bienvenidos al universo de Orv.

Los Black metaleros Orv lanzaron el 14 de abril de 2024 su nuevo E.P «Calmness Is Pretence» gracias a Iron, Blood and Death Corporation.

Su alineación es: Attila Gyulai (bajo), Tamás Fider (guitarra, batería, voz).

El dúo procedente de Budapest nos ofrenda un Extended Play muy a tener en cuenta. Sus bondades se basan en «hachas» obsesivas y decrépitas que se os meterán hasta lo más profundo de vuestra alma. Sin embargo, creo que gracias a la disposición y estructuración de las tonadas, de ser más extenso, podría haber resultado predecible. Me explico. Mientras que los tracks impares muestran la cara más violenta y acelerada de la banda, los pares exhiben su vertiente más decadente y pausada durante su primera mitad, para acabar pisando el acelerador en su recta final. A pesar de ello, os puedo asegurar que «Calmness Is Pretence» será de vuestro agrado.

Las seis cuerdas, siempre efectivas tienen una inimaginable maldad que os dejará petrificados. Me sorprendió ese toque «core» en la inicial ‘State of Great Turmoil‘. Cuando la catéis sabréis a que me refiero.

Iracundos y gélidos a más no poder son los shrieks de Tamás Fider. Espero que ni se os pase por la cabeza desear clean vocals, ya que no hay.

La percusión es más lacerante de lo que podáis imaginar, existiendo un buen equilibrio entre celeridad y potencia.

las descarnadas ‘State of Great Turmoil‘ y ‘I Have Come with the Fall‘. Lo siento, soy un obseso de la aceleración sónica, no puedo evitarlo.

Recomiendo «Calmness Is Pretence» a todos los amantes del  «Metal Negro».

Nota: 7
Autor: Chus

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