Tan solo había que tener paciencia. Poco a poco la gran masa iba abriendo los ojos ante la gran mentira de la iglesia católica. Cuando en realidad reventó todo, fue cuando salió a la luz un gigantesco caso secuestros, violaciones y venta de bebés. La sociedad no tardó ni un solo segundo en reaccionar. Primero eran protestas pacificas en las que se pedía la erradicación de tan hasta no hacía demasiado sagrado estamento. Luego vino los estallidos de violencia, los cuales eran cada vez más salvajes. Se llegó al punto de colgar a clérigos en la plaza mayor además de incendiar iglesias. Por supuesto, el Vaticano no tardó en reaccionar. Manejó a sus poderosos títeres de la mejor manera posible, creando primero guerras civiles, para acabar con una contienda mundial. No podían permitirse perder todo lo que habían obtenido a base de engañar, traicionar y abusar del populacho.
Bienvenidos al universo de The Plague.
El 28 de octubre apareció en el mercado el segundo Elepé de los Death metaleros The Plague llamado «Erosion of Gods». Brilliant Emperor Records fue el encargado de que tal cosa ocurriese.
Su alineación es: Alannah (bajo), Chinch (guitarra), Shaneo (guitarra), Mike (voz), Zac (batería).
A veces me sorprende la cantidad de nuevas bandas que deciden emular el sonido Estocolmo. El problema no es que muestren sus claras influencias, el problema es que acaban siendo clones de clones. El redondo de hoy lo podía haber firmado cualquier agrupación actual con obsesión por los primeros Entombed o Dismember. ¿Ya sabéis a que estructuras me refiero verdad? Y es que amigos, «Erosion of Gods» es lo que es, ni más ni menos. Aquí no hay ni la más mínima pizca de frescura, mas sí de violencia. Para algunos sé que tal cosa ya es más que suficiente, pero para un servidor la verdad es que no. ¿El redondo es malo?, no, aunque tampoco me dice nada.
Los riffs se construyen gracias a ataques de tremolo picking, dobles armonías y fluidez a mansalva. Cuando la ocasión lo requiere, aparece la vena más grandilocuente o en su defecto, oscura. No obstante, lo que prima es la celeridad. La lead guitar irrumpe de forma anecdótica. No esperéis muchos solos que no los hay.
En las voces, adivinad qué ocurre. Efectivamente amigos, usan un doble registro de growls profundos y otros agudos rasgados. Tengo que confesar que los segundos que he mencionado no me han gustado demasiado.
El bajo tan solo asoma la cabeza en ‘Rotten, Dried, and Mummified‘. No los busquéis por otros tracks que no aparece más.
Al igual que las «hachas», la percusión tiende a la velocidad. Me sorprendió el uso de blast en ‘Roadside Burial‘, que dicho sea de paso, es la canción que os recomiendo fervientemente.
Poco más que añadir camaradas. Nada malo pero tampoco nada nuevo bajo el sol. A mí los de Australia me han dejado más bien frío. Ahora os toca a vosotros catarlos a ver que os parece.
Nota: 5
Autor: Chus
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