Memorias De Un No Muerto: The Haunted – The Haunted (1998)


Estaba muerto de miedo. Todo estaba en llamas. Tan solo tenía 7 años y algo en su interior le decía que no cumpliría más. Oía gritos. No sabía si eran de sus padres y su otro hermano o de alguien más. El humo le llenaba los pulmones y lo asfixiaba. Tosía sin control y los ojos lagrimeaban hasta le punto de no dejarle ver con claridad. Intentó superar el pánico que le atenazaba el alma. Se levantó y procuró llegar hasta la puerta. Agarró el pomo, pero estaba demasiado caliente. Se quemó la palma de la mano. Miró hacía atrás, y sintió como la larga lengua flamígera lamía su espalda y gemelos. Aulló con todas sus fuerzas antes de que el fuego lo devorara y dejara de escuchar los lamentos de sus seres queridos.
Bienvenidos al universo de The Haunted.

A mediados de los 90, la escena extrema estaba de luto. Uno de los padres del Melodic Death Metal, At The Gates decidían por aquellos años finiquitar su carrera. De sus cenizas, salió The Haunted. En estas esquelas, me centraré en su primer trabajo. Espero que disfrutéis leyendo esto camaradas.

El Elepé homónimo, salió el 23 de junio de 1998, gracias a Earache Records. El line up que lo grabó fue: Dolving (voz), Anders (guitarra), Anders (guitarra), Jonas (bajo), Adrian (batería).

Llegué a leer por ahí que lo que aquí se mostraba era lo que iba a ser el siguiente trabajo de At The Gates. No sé si será cierto. Lo fuese o no, desde luego, para el que escribe es uno de los mejores discos que jamás ha escuchado. Las composiciones no eran ni son aptas para cardíacos debido a su velocidad. Pero claro, de nada serviría ir a mil por hora si no hay una buena base de riffs y unas voces atronadoras. Por supuesto, todo eso había de sobra en los 12 tracks que lo conforman. La intensidad era tal, que no es que rivalizara con el magistral «Slaughter of the Soul», es que estaba al mismo nivel.

Por supuesto, la producción estaba a la altura de las circunstancias, siendo completamente nítida y poderosa. Lo que tal vez fue algo soso fue el artwork. No se puede negar que la portada tiene poca gracia.

Parecía que se iban a comer el mundo, y en un principio así fue. Pero los problemas no tardaron en llegar. Dolving abandonó la formación, dando pie a la entrada de Marco Aro. Su siguiente embiste, «Made Me Do It» ganó en matices y diversidad compositiva, mas desde entonces jamás volverían a sacar algo tan salvaje como el primer Long Play.

Después acabaron llegando los altibajos en su más amplio significado sónico, y las idas y venidas de Dolving y Aro o la resurrección de At The Gates tampoco ayudaron a que la agrupación tenga una mayor actividad.

En la actualidad, llevamos esperando desde 2017 a que saquen más material, y yo sigo teniendo la esperanza de que al ocurrir sea igual de abrasivo que su plástico inicial.

Nota: 10
Autor: Chus

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