Crítica: Vaulted - Left in Despair (2021)

Cuando se erigió el templo para adorar al dios proveniente de las estrellas, sus seguidores jamás pensaron que los acontecimientos iban a girar en su contra de la forma en que lo hicieron. No actuaron mal en ningún instante. Cada uno de sus actos era calculado al milímetro, con la intención de traer a la deidad al planeta. En una semana hicieron cien sacrificios humanos. Cada uno de los desgraciados que perecieron en el acto experimentó un sufrimiento indescriptible antes de hallar la paz. No había límites de edad o sexo para ello. El último en fenecer, fue un bebé recién nacido. Al acabar los preparativos, cierto fue que el portal cósmico se abrió, dejando pasar al esperpento y sus huestes. Sin embargo, éste acabó devorando sus cuerpos y almas. Nada ni nadie podía controlar lo que acababa de llegar a la Tierra…
Bienvenidos al universo de Vaulted.

War Fever Recordings lanzó el 19 de noviembre de 2021 el segundo L.P de los Death metaleros Vaulted «Left in Despair».

La alineación del combo es: Nick Wolf (bajo), Matt McSweeney (batería), Christian Henderson (guitarra), Dan Leahy (guitarra), Cody Rico (voz).

Tengo que reconocer que en los últimos tiempos, cada vez me gusta menos descubrir nuevas formaciones que usen el HM2. La razón de ello, es muy simple: suenan excesivamente similares entre sí. Perfectamente, se puede coger un track de una y meterlo en un disco de otra que use el mismo pedal de efectos y no notar diferencia alguna. Sin embargo, y a pesar de que los ingleses lo usan, resulta que consiguen salirse del saco de combos clónicos. Ahora, os estaréis preguntando el por qué ¿verdad? Yo os lo explico muy brevemente. Pocas veces tropezaréis con un grupo con un sentido del dramatismo y la oscuridad tan personal. Eso los salva de la quema, y por eso merecen vuestro interés.

En las seis cuerdas, a priori no es que se edifiquen con nada del otro mundo. Ya sabéis, ataques fluidos, acometidas de tremolo picking y dobles armonías. Pero ay madre, poca broma con las «hachas». De verdad que las notas que salen despedidas de los instrumentos de Christian y Dan son completamente diabólicas.

Con la excepción de las voces distorsionadas en los primeros compases de ‘Reincarnate Eternal‘, el resto del tiempo, los growls mandan y no vuestra banda.

El bajo, sin que tenga precisamente un especial protagonismo, asoma la cabeza en ‘Left in Despair‘ y ‘Mortal Sands of Time‘.

Tal vez la contundencia gane a la celeridad en el apartado de los parches. Obviamente, no quiere decir que los blast beats o los up tempos no existan.

Mis temas favoritos del disco son: ‘Mote It Be‘, ‘Left in Despair‘ y ‘Mortal Sands of Time‘.