Crítica: Varechian – Tabula Rasa Ultima /// The Morbidoom))) (2021)


La terrible pesadilla que se repetía noche tras noche desde hacía un mes lo estaba volviendo loco. Algunos de los inquietantes sucesos que en ella ocurrían llegó a plasmarlos en su propia obra. Desde luego, si algo bueno tenía la cuanto menos incómoda situación, era que le había sacado del dique seco creativo que llevaba padeciendo hace tiempo. Ahora, le era imposible parar de pintar. Sin darse cuenta, se fue obsesionando con la ensoñación, hasta el punto que no lograba distinguir entre realidad o ficción. En ocasiones, se preguntaba si él mismo era uno de esos espíritus moribundos. Todos, intentaban alcanzar la libertad, escapar hacía un cielo mortecino, mientras una gigantesca y grisácea luna de rasgos tan humanizados como deformados miraba con maldad y desdén…
Bienvenidos al universo de Varechian.

Sliptrick Records, lanzo el 26 de octubre de 2021 el último trabajo de Varechian «Tabula Rasa Ultima /// The Morbidoom)))».

Su alineación es: Mathrien D. Aka Ludo Putrid (guitarra, batería, teclados), Anton Supremacy (guitarra, bajo, teclados), Regis 7.7.7 Whyte (voz, teclados).

Madre del amor hermoso, hacía tiempo que no oía un disco que diese tantos tumbos como éste. No entiendo muy bien que han intentado hacer los franceses. Desde luego el dicho de «quien mucho abarca poco aprieta» a ellos les viene como anillo al dedo. Después de un interminable corte introductorio de carácter atmosférico y oscuro, nos llega una mezcolanza de géneros cuanto menos curioso, además de algunas experimentaciones con sonidos francamente irritantes. Para que os hagáis una idea, aquí lo mismo hay Black Death, que Thrash, que Blackened Death, que Nu Metal o Insdustrial Metal. Y es que si me pongo a sacar fallos no paro. La producción tampoco acompaña. Lo único que salvo es la portada. A ver, de forma objetiva, hay algún que otro riff o sección instrumental que está bastante bien, pero ya está. Me es imposible sacarlos de la quema. La casi hora de «ruido» que dura el Elepé se me ha hecho tediosa.

Las seis cuerdas, cargadas de mala baba se construyen gracias a dobles armonías, embistes de tremolo picking, disonancias y palm mute. La lead guitar tan solo aparece en ‘L’Ancien Monde‘, ‘Dead Tavern’ y ‘Still The Warmongers‘.

Dentro de lo que son los registros vocales, hallaréis tanto unos predominantes shrieks como guturales o clean vocals narradas.

El bajo hace acto de presencia en la Nu metalera ‘Mutant Humans Regression‘. El resto del tiempo pasa completamente desapercibido.

Dinámica es la percusión. A pesar de ello, he tenido la sensación de que en ocasiones parece programada.

Gente, independientemente de lo que acabáis de leer, lo mejor que podéis hacer es escuchar el redondo y juzgad por vosotros mismos. A mí no me ha convencido, pero tal vez a vosotros sí.

Nota: 4
Autor: Chus

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