Crítica: Xeper – Ad Numen Satanae (2021)


Un segundo más tarde del primer mordisco al hasta entonces fruto prohibido, el clima cambió de forma radical. El cielo por primera vez desde su creación se encapoto de unas ennegrecidas y espesas nubes. Los rayos no tardaron en aparecer, cayendo estrepitosamente cerca de la joven pareja. El miedo les inundó el corazón. Antes de ser expulsados del Paraíso por el Todopoderoso, la serpiente sonriendo comentó en voz alta: «ahora tenéis consciencia de vuestra propia existencia y la capacidad de razonar por vosotros mismos. Es en este instante cuando habéis alcanzado la plenitud que el creador os había negado. Será a la vez una bendición y una maldición. El precio que acabáis de pagar es muy alto. Ya no sois inmortales, pero ¿acaso no ha valido la pena?»
Bienvenidos al universo de Xeper.

El próximo 21 de febrero de 2021, Soulseller Records lanzará al mercado el cuarto L.P de los Black metaleros Xeper llamado «Ad Numen Satanae».

Al combo le da vida las siguientes personas: Guh.lu (guitarra), Alekht (bajo), Maelstrom (batería).

Queridos lectores de Broken Tomb, para seros completamente sinceros, sin que el trabajo que hoy os comento me haya disgustado, tampoco ha hecho que salte de la silla para hacer headbanging cual poseso. Su principal virtud es que se aleja de una absurda linealidad compositiva de la que muchos conjuntos del mismo género hacen gala. Y es que, casi podría dividirlo en tres partes. En la primera, se vislumbra la faceta más salvaje del conjunto. En la segunda, sobre la mitad del disco, aumenta la sensación de malignidad en detrimento de la agresión sónica. Y finalmente en la tercera, se retoma la furia aderezada con algo de «Metal apaleador», poniendo punto y final al embiste. Obviamente, que exista un factor sorpresa es un grandísimo punto a favor. No obstante, en ciertos instantes del ecuador redondo, al menos a mí, la escucha se me acabó haciendo algo cuesta arriba. De la producción no tengo nada negativo que alegar. Sí, efectivamente, es cruda, mas no inentendible. Lo que es realmente evocador es el artwork. Muy bien en el aspecto digamos visual, sí señor.

No solo de seis cuerdas disonantes y gélidas viven los italianos. Sobre todo, en la recta final del Elepé, emerge un ramalazo thrash, con riffs muteados que me agradaron sobremanera. Todo ello, sin que por hacerlo se transformaran en un grupo de Black Thrash. Por lo demás, ya sabéis ¿no? Ataques de tremolo picking, dobles armonías y algo de dramatismo. Todo ello aderezado con una sensación de malignidad dignas de ovacionar.

Los omnipotentes shrieks, comparten espacio con coros impíos limpios o barítonos escalofriantes. Así que ya sabéis, si buscáis un solo registro vocal, mejor que vayáis a mirar a otra parte.

¿Hay blast beats y up tempos?, la respuesta es un claro y rotundo sí. Aunque a título personal, he tenido la sensación de que la percusión tiende ir más a medio gas.

Recalcaría ‘Purity and Death‘ y ‘Snake That Brought the Flame‘ como lo mejor del Long Play.

Señoras y señores, si os va el «Metal Negro», dadle una oportunidad al protagonista de esta reseña.

Nota: 7
Autor: Chus

Facebook

Myspace

Soulseller Records Facebook

 

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.