Crítica: Eaten Cadaver – Universal Horror Spread (2019)


A la par que la mente se le iba enturbiando, también lo hacían sus movimientos. Además, parecía que estaba perdiendo el contacto con la realidad. Su carne se descomponía a una velocidad asombrosa. ¿Se estaba convirtiendo en una especie de zombie? A duras penas, consiguió levantarse del suelo. La jeringuilla, aún estaba clavada en el brazo derecho. Se la quitó, arrojándola al suelo. Apoyó todo su peso sobre la pared. Observó el largo pasillo. Si conseguía cruzarlo, tal vez podría salir a la calle y pedir ayuda. Tambaleándose, echó a andar. Después de unos escasos cinco pasos, unas increíbles nauseas le hicieron parar. El mareo aumentó, provocándole el vómito. Aterrado por completo, comprobó que lo que había expulsado era una bola de gusanos recubierto de bilis. El dolor de estómago era indescriptible. Aulló como nunca lo antes lo había hecho. Fue en ese instante cuando perdió todo atisbo de esperanza de salir del entuerto con vida.  Antes de que el corazón dejase de latir, se hizo a sí mismo una última pregunta: ¿acaso aquella maldita droga lo había hecho alucinar tanto que pensaba que se estaba descomponiendo?
Bienvenidos al universo de Eaten Cadaver.

El novedoso combo de Slam GoreGrind Eaten Cadaver editó el pasado 4 de octubre de 2019 su primer E.P «Universal Horror Spread».

Al fin, una banda que no resulta una parodia absurda dentro del género anteriormente mencionado. Los de Costa Rica son letales y oscuros a partes iguales. Durante los tres cortes que componen el Extended Play en cuestión, podréis degustar una buena cantidad de giros tanto en unas «hachas» devastadoras que carecen de tonterías, como de unos parches que se alejan por completo del ritmo desenfadado que hoy por hoy parece haberse convertido en una de las señas de identidad del susodicho tipo de música. Sinceramente, más agrupaciones como la que hoy protagoniza la reseña que ahora leéis hacen falta. En otro orden de cosas, la producción es nítida y poderosa. A su vez, la portada, sin llegar a ser precisamente un ejemplo de frescura, cumple a la perfección.

Parece mentira que pueda escribir esto. Pero sí, agarraos bien, ya que os esperan unas seis cuerdas realmente trepidantes. Los riffs son fluidos, acelerados y pesados. No se dejan atrás ni los buenos instantes de tremolo picking, ni las dobles armonías, aunque no abusan precisamente de estos dos recursos.

Increíble pero cierto, el registro vocal no se asemeja al sonido del agua cuando hierve en un cazo. O sea, ¿qué nos queda? Efectivamente, growls poderosos y profundos como pocos. Así da gusto.

Alabado sea Odín, ¡dinamismo en los parches! Qué ni se os pase por la cabeza así de refilón que la intensidad baja en un solo instante. Lo que sí varía de muy buenas maneras es la celeridad con la que se aporrean los tambores.

Personalmente, el track que más ha llamado mi atención ha sido ‘Death from Below’, mas el resto igual os despellejarán vivos.

Buen inicio de carrera de un grupo que sin duda va a dar mucho de qué hablar en los próximos años.

Nota: 7,5
Autor: Chus

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