Crítica: Truth Corroded – Bloodlands (2019)


El cielo varió su natural color azulado por otro amarillento, mientras que nubes más negras que el más profundo de los pozos aparecían cubriéndolo por completo. El ritual de sangre había traído al espíritu del que una vez fue dueño de la Tierra de vuelta, introduciéndose y dándole vida a la gigantesca figura pedregosa que sus devotos seguidores habían construido en su honor. Miró a su alrededor de forma solemne, para después acabar emitiendo una inhumana carcajada que sonó en todo el planeta. De sus costados, emergieron un total de seis brazos. A su vez, sus cuencas oculares vomitaban millones de serpientes. Los reptiles, nada más caer al suelo, se movían a una velocidad infernal, devorando literalmente a los allí presentes. El apocalipsis había comenzado…
Bienvenidos al universo de Truth Corroded.

El sexto Elepé de los Thrash Death Metaleros Truth Corroded titulado «Bloodlands», vio la luz el 22 de marzo de 2019 vía Unique Leader Records.

Su formación es: Damon Shaw (bajo), Chris Walden (guitarra solista), Jason North (voz), Trent Simpson (guitarra rítmica), Jake Sproule (batería).

Después de las devastadoras e iniciales ‘To the Carnal Earth’ y ‘The Leeches Feed’ pensé, «si esto sigue así solo podré calificarlo como obra maestra». Sin embargo, y para mí «decepción», a pesar de que el nivel compositivo a partir de entonces no baja un ápice, si lo hace la intensidad de las tonadas. Es cierto que recuperan brío en ‘Of Open Eyes and Willing Hands’ y ‘The End of He Who Reigns’, pero ya me era imposible volver a subir la nota. En resumidas cuentas, lo que podría haber sido uno de los mejores discos del año se acaba convirtiendo en un L.P bueno a secas. Ojo con lo que entendéis o se sobreentiende. Tened claro que la devastación está asegurada de principio a fin, pero se podría haber llegado a mantener las cotas iniciales de violencia. Con la producción no hay pega. Ésta es contemporánea y nítida. ¿Y qué me decís del artwork?, tremenda portada ¿verdad?

Demoledoras. Sí, así son las seis cuerdas de Chris y Trent. Sus riffs son fluidos, pesados y marcados. Asimismo, introducen instantes a una cuerda y a doble armonía. La lead guitar no trabaja en todas las canciones, aunque cuando irrumpe solo podéis hacer una cosa: quitaros el sombrero. Ahí lo dejo.

Con la única escepción de ‘The Storm’, en la que nos topamos con clean vocals, el resto del tiempo hay festín de guturales. No os va a faltar agresividad ni mucho menos en lo que a registros vocales se refiere camaradas.

En los parches, la potencia predomina ligeramente más que la celeridad. Atentos a los blasts. Os garantizo que los «golpes relámpago» os harán picadillo.

Destacaría la anteriormente nombrada ‘To the Carnal Earth’. No os la voy a describir, pero si os advierto que es toda una patada en la boca del estómago. ¡Qué manera de empezar un redondo! Así sí.

Alguno se preguntará «pero a ver, que no queda muy clara la cosa, ¿te ha gustado el Long Play?, ¿lo recomiendas o no?» La respuesta es un claro y rotundo sí.

Nota: 7
Autor: Chus

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