El clima empeoraba por momentos. Era imposible entrar o salir del poblado. Los habitantes del lugar, miraban aterrados desde las toscas ventanas de sus casas. Si no podían cazar, pronto estarían todos muertos. Las horas se convirtieron en días y la gran tormenta no cesaba. Al fin, y por mucho que racionaron los víveres, éstos se agotaron. Los niños lloraban de hambre. Los adultos se miraban unos a otros en señal de resignación e ira. Fuera, camuflada por el espeso manto blanco, se encontraba la mismísima Muerte. Le fascinaba el afán de supervivencia del ser humano, mas la última palabra, como era desde el principio de los tiempos la tendría su guadaña…
Bienvenidos al universo de Mistweaver.
El 25 de febrero apareció en el mercado el sexto trabajo de los Melodic Death metaleros Mistweaver. El título para dicho Elepé no será otro que «Swansong» y será editado gracias a Necromance Records y Base Record Production.
La alineación actual del grupo es: Raúl Weaver (guitarra y voz), Eduardo Alonso Santos (guitarra), David De Pedro Mediavilla (bajo), Ramón Mur (batería), Joaquín Velasco Navarro (teclado).
Hace pocos días me preguntaba a mí mismo cual sería el primer disco nacional que me volaría la cabeza. La respuesta llegó una vez le di al play al nuevo trabajo de los de Castilla y León. Por el amor de Odín, ¡tremenda obra maestra que se ha marcado! Es de esas obras que desde el primer segundo de música uno sabe que no va a defraudar. Y así es señores. Olvidaos de palabras como aburrimiento, tedio o mediocridad. Os puedo asegurar que este quinteto os reventará los sesos.
Me sorprendió gratamente las inclusiones acústicas y de voces femeninas. Ambas cosas le añaden unos matices increíbles que hacen que el Elepé en cuestión sea simple y llanamente perfecto. Imaginaos si me ha gustado, que siendo de normal enemigo de los teclados, ni su inclusión ha podido hacer que baje ni un mínimo de nota. La capacidad compositiva del combo es extraordinaria y lo demuestran con unos incesantes y perfectos giros de dirección en cada track. Por supuesto, la producción tampoco es moco de pavo. El sonido es nítido a la par que poderoso. Asimismo, el artwork resulta intrigante, siniestro y llamativo a partes iguales.
Adictivo hasta decir basta se nos presenta el escaparate impoluto a la par que descarnado de riffs creados por Raúl Weaver y Eduardo Alonso Santos. El dúo de «hachas», ofrenda riffs fluidos, dramáticos y pesados, construidos a base de dobles armonías y pinceladas de tremolo picking. Tampoco les tiembla el pulso a la hora meter breves pasajes pausados. Poca broma con la labor de la lead guitar. Decir que los solos son emocionantes, es quedarse corto.
Los claramente predominantes growls, conviven a la perfección con los toques de voces limpias de Begoña García. Hallaréis dicha mezcolanza de registros únicamente en ‘The Death Came to Me‘ y ‘The Forest of Lost Souls‘.
Las bass line cobran especial presencia en ‘Swansong‘ y ‘Embraced by the Cold Darkness‘. Siempre agradeceré que el bajo no acabe relegado a un segundo o tercer plano.
Ramón Mur es toda una bestia detrás del kit de tambores. Preparaos para unas brillantes e incesantes variaciones de celeridad.
No puedo destacar o poner por encima a ningún tema sobre otro. Todos están a la misma altura. Conclusión, una vez salga al mercado, tenéis la obligación y el deber de adquirir el plástico que me he dedicado a comentaros hoy. Sin duda uno de los mejores redondos del año.
Nota: 10
Autor: Chus
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