Crítica: Master – Saints Dispelled (2024)


El hedor a orina, heces y vomito no era nada comparado con el de cadáver en descomposición. Llevaba tirado en el suelo como dos días. Le había propinado una brutal paliza. Cada centímetro de su cuerpo le dolía hasta extremos. A juzgar por la cantidad de fiambres que tenía a su alrededor, posiblemente no saliese de allí con vida. No tenía problemas con nadie. Tampoco acarreaba con deudas monetarias o de ningún otro tipo. No entendía lo que le estaba ocurriendo. Tan solo deseaba volver a casa y decirle a su mujer cuanto la quería. De repente, la puerta se abrió. Pudo entrever una extraña y delgada silueta que se acercaba de forma torpe hacia él. Cuando consiguió enfocar la vista no podía creer lo que tenía frente a él. ¡Aquel tipo no era otra cosa que un maldito zombie!…
Bienvenidos al universo de Master.

El próximo 19 de enero de 2024, llegará al mercado el nuevo trabajo de los Death metaleros Master. El redondo tomará el nombre de «Saints Dispelled» y el sello encargado de darle salida no es otro que Hammerheart Records.

En la actualidad el line up del grupo es: Paul Speckmann (bajo y voz), Aleš Nejezchleba (guitarra), Peter Bajci (batería).

La friolera de seis años han tardado Speckmann y cia en traernos nuevo trabajo. Ahora bien, ¿la espera ha valido la pena? La respuesta es un sí rotundo. El power trio ha hecho lo que cualquier fan del combo esperaría de ellos. Eso se traduce en un álbum repleto de tracks compactos, furiosos y lúgubres con cierto regustillo de Death and Roll y Hardcore Old School cuando la ocasión lo requiere.

Las seis cuerdas son fluidas y convincentes. Por supuesto, están construidas a base de tremolo picking y dobles armonías. Si bien el escaparte de riffs por tonada no es apabullante, si contienen los suficientes como para cerrar bocas. Además, los solos cumplen perfectamente.

Como era de esperar, no hay ni el más mínimo resquicio de concesiones a la comercialidad en el apartado vocal. Si queréis clean vocals o tonterías similares, lo mejor es que os pongáis algo de Metalcore. Esta gente va a lo que va.

El bajo brilla con especial intensidad en ‘Walk in the Footsteps of Doom‘, ‘Marred and Diseased‘ y ‘The Wiseman‘.

Si bien no hay ni un mísero latigazo de blast beats, la percusión suele ser acelerada. Los mid tempos existen y están implementados en los momentos idóneos.

Destaco ‘Destruction in June‘, ‘Saints Dispelled‘ y ‘Minds Under Pressure‘. Buenos temas sí señor.

«Saints Dispelled» no es nada más ni nada menos que Master siendo Master. No os digo nada y os lo digo todo.

Nota: 7
Autor: Chus

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