Hoy, 11 de noviembre, sale a la luz el undécimo álbum de la banda de Black Metal ucraniana, Drudkh, titulado “All Belong to the Night”, a través de Season of Mist.
La formación de Drudkh consiste en Roman Saenko (guitarra), Thurios (voz, guitarra y teclado), Krechet (bajo) y Vlad (batería).
El nuevo trabajo de Drudkh continúa en la misma línea de todos sus predecesores, es decir, unas pocas canciones pero con una duración muy considerable. En esta ocasión se trata de cuatro canciones y una duración total de cuarenta y cinco minutos en los que, una vez más, los ucranianos nos transportarán a un viaje repleto de matices y sensaciones.
En su primer tema, titulado ‘The Nocturnal One’, se han inspirado en el poema ‘The Victims of the Nocturnal One’ del poeta y crítico cinematográfico y literario, Yakiv Savchenko, el cual fue ejecutado por el régimen de Stalin. En el, nos hablan sobre la oscuridad en la que estuvo sumida Ucrania en aquella época y de manera intencionada, nos transporta a la actualidad, en el que los tiempos se han tornado nuevamente oscuros y tristes. Musicalmente, el tema está impregnado de melancolía a base de unos riffs tan bellos como melancólicos, envueltos en un mid-tempo dramático y un teclado sutil que enfatiza ese ambiente decadente que recorre toda la composición.
El segundo tema, titulado ‘Windmills’, comienza con un coro limpio que bien podría englobarse en lo pagano, adentrándose seguidamente en un Black Metal de corte melódico y doloroso a partes iguales, en el que el trabajo a la voz de Thurios es realmente desgarrador, mientras que las guitarras se mueven a través de riffs desalentadores, tanto de corte más definido como de corte absolutamente crudo, incluso recordando al Rock y el Metal más depresivo, que bandas como Lifelover pusieron en circulación años atrás.
La tercera canción, titulada ‘November’, se trata de la más corta del disco, pues su duración son ocho minutos y a través de su minutaje nos adentramos en un tema que se encuentra más cercano al Black Metal más crudo, a través de blastbeats y riffs más pesados de los que veníamos escuchando hasta ahora, pero sin perder su aura melancólica y no por ello se trata de una canción menos melódica tampoco, pero sí que nos transmite mucha más rabia y violencia.
Por último, Drudkh terminan el álbum con el tema ‘Till We Become the Haze’, en el que a través de quince minutos nos brindan una total obra maestra, separada en varios movimientos y repleta de detalles, en la que encontramos todo lo que nos han desvelado a lo largo del disco, tanto a través de mid-tempos como blastbeats y riffs de toda índole.
En resumen, Drudkh retornan con otro gran disco e incluso me atrevería a decir que es uno de sus mejores trabajos. Por tanto, si te gustan sus anteriores álbumes, este es un imprescindible que no debería faltar en tu estantería y si todavía no conoces a la banda, este es un gran momento para adentrarse en ella.
Nota: 9
Autor: Ramón
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