Crítica: Wode – Burn In Many Mirrors (2021)


La banda británica Wode, presentará el 2 de abril a través de 20 Buck Spin y distribución de Soulfood, su tercer trabajo «Burn In Many Mirrors», un ejercicio extremo de exorcismo místico y sepulcral de Black death melódico, que sin duda se encuentra dentro de lo más destacable de este breve 2021.

En estos tiempos de mediocridad musical, de narcisismo hype y de arbitrariedad selectiva de lo que es realmente genuino, y en los que nuestro género no se libra  tampoco de las falsas pautas de dirección musical, entre lo comercial y lo cochambroso, se agradecen formaciones como de la que vamos a hablar a continuación: Wode.

Seis canciones de furioso black death metal de corte sepulcral y denso, donde la melodía en un matrimonio sangriento y funeral supura talento, creatividad y una fluida esencia macabra de música sugerente, virtuosa y malévola.

Desde su intro de comienzo se suceden temas de diferentes velocidades, atmósferas y estados de descomposición, pútridos y húmedos.

La voz (que me recuerda mucho al Amok de Sentenced) encaja perfectamente, en una producción de apariencia análoga y orgánica donde cada instrumento está colocado en su justo lugar de volumen y protagonismo. No pierde en ningún momento el esoterismo misterioso de grandes álbumes del genero (Me causa una sensación parecida escuchar este disco al «Nexus Polaris» de Covenant) en un acertado ejercicio de costumbrismo extremo

«Burn In Many Mirrors» marca la pauta a mi criterio de como se ha de desarrollar el género en estos tiempos de mucho ruido y pocas nueces, y clava su estandarte sobre el cadáver muerto de un hipster con camisa de franela y gafas de pasta que bebe café de Starbucks con su posserismo trendy de mierda.

Hacía mucho tiempo que un plástico de este estilo no le tocaba tanto la fibra a este viejo metalhead, los arreglos, la voz, la instrumentación, el sonido de la batería, los medios tiempos (tan en la onda de los citados Covenant) todo es una maravilla de desarrollo extremo y mortecino, de olor a putrefacción y ambiente mortuorio.

Te introducen en una cripta donde agotar una eternidad de sensaciones sinuosas, sugerentemente tratadas, que no aburren en ningún momento ni te hacen distraerte ni despegarte de cada tramo, de cada solo, de cada blastbeat, en una atmósfera ecléctica inspirada y realmente maravillosa de black death melódico.

Un disco que se me hace corto y lo sitúa  en uno de los mejores en lo que va de año.

Nota: 9
Autor: Iván Arrieta aka RasputinDoomPriest

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