Crítica: Officium Triste – The Death of Gaia (2019)


El 13 de diciembre de 2019 los neerlandenses seguidores del doom/death Officium Triste publicaron su sexto lp  «The Death of Gaia» a través del sello hindú Transcending Obscurity Records.

Ellos son: Martin Kwakernaak (teclados y guitarra acustica), Gerard de Jong (guitarra), Pim Blankenstein (voz), Niels Jordaan (batería), William van Dijk (guitarra) y Theo Plaisier (bajo).

Cuando un grupo utiliza un término en latín para ser conocido en el mundo del metal señala una identidad enmarcada hacia una dirección claramente conceptual al respecto de su filosofía sonora y personal. Así, traducido «Officium Triste» al español como «Trabajo Desagradable» puede entenderse como una actividad que incomoda al que la realiza en cualquier ámbito laboral, siendo lo funerario en cuanto servicio eclesiástico el término más comúnmente extendido. En este disco puede interpretarse como asistencia a la desaparición de Gaia (madre naturaleza en griego antiguo) tal como puede aplicarse al medio ambiente en general. Eso, sí en las letras recurren al socorrido inglés para hacer visible su denuncia sobre el desgaste medioambiental que sufre la tierra a nivel subsistencial. Emplean para ello un doom/death bien estructurado de escucha amena pero que no deja un poso duradero en el escuchante, con una producción al menos limpia como una patena lo que refuerza el sonido. La portada es un dibujo premonitorio del destino de la malherida Gaia con las monedas en sus ojos, tradición griega que anuncia el paso espinoso a la muerte. Empiezo con el despiece.

Las guitarras suenan con relativo vigor debido al amortiguado sonido de las canciones, cumpliendo a nivel eléctrico y acústico. Gracias a Kali, los solos repartidos a lo largo del disco intensifican lo suyo el resultado sonoro.

La voz poderosa de Pim alterna lo cavernoso con la limpieza en momentos puntuales. Es lo más death del álbum. Reseñar la aparición de suaves voces femeninas en ‘To the Gallows y The Wounded and the Dying‘.

Buen toque baterístico de Niels, con el freno puesto pero sabiendo controlar su apartado con suficiencia a los parches y platos.

El bajo apenas se deja oír, siendo ahogado en mayor parte por los sonidos de sus «compañeros». Aún así, en ‘Shackles y en Losing Ground‘ (que cierra el listado de temas) sale del letargo sonoro para hacer vibrar al buen aficionado a las cuatro cuerdas.

Los teclados sintetizados y de piano realzan la atmósfera doom del compacto. También el violín y el cello reparten idóneo juego en esta faceta.

Subrayo los temas: ‘Shackles‘ por ser el más doom y ‘Like a Flower in the Desert‘ debido a su comienzo de medio tiempo.

Un buen ejemplo de tiempo empleado para conocer a un grupo veterano en el campo del doom/metal con momentos de muy agradable escucha.

Nota: 7.
Autor: Suicider.

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