Crítica: Obscure – Darkness Must Prevail (2019)


Arrodillado y gritando como nunca lo había hecho, el valeroso guerrero sabía que no saldría con vida de la contienda. En frente suya, Rarkrok, uno de los cinco brujos más poderosos del planeta lo tenía a su merced. Un poderoso conjuro lo estaba consumiendo. Las manos del hechicero emanaban una especie de bruma escarlata que acabó rodeándolo y carcomiendo. Sentía como aquella niebla se le introducía dentro de su ser, corroyéndolo de dentro hacia afuera. Borbotones de sangre ennegrecida comenzaron a salir de todos sus orificios. Después, todo se tornó negro, sumiéndose primero en un profundo sopor para seguidamente hallar la nada…
Bienvenidos al universo de Obscure.

Los Death Metaleros Obscure, lanzarán el 5 de noviembre de 2019 su primer L.P «Darkness Must Prevail» gracias al sello Xtreem Music.

El grupo lo forma: Enri Sanchis (batería), Rafa Cortés (guitarra), Anselmo Roca (bajo), Boris Ortiz (guitarra), Xavier Beleth (voz).

Sentimientos encontrados tengo con el disco de la mítica y veterana banda de Valencia. A ver, antes de nada, quiero dejar claro que el Elepé me ha gustado. Sin embargo, hay varias cosas que me gustaría compartir con todos vosotros queridos lectores. De entrada, el asalto se inicia con dos cortes variados y violentos. Sin embargo, después la intensidad baja en exceso en ‘After Life’, ‘End Destination’ y ‘Through Self-Repulsion’, o al menos para mí lo hace. Cierto es que esas canciones a medio gas dotan al Long Play de variedad,  mas se acaba echando de menos algo más de chicha. A pesar de ello, no creo que ningún amante de la vieja escuela del «Metal Muerto» quede decepcionado. La producción resulta maravillosamente añeja. Por el amor de Odín, hacía tiempo que mis oídos no se deleitaban con un sonido así. A su vez, el artwork, peca de típico, pero bien que llama la atención ¿verdad?

Las seis cuerdas resultan obsesivas y mórbidas a más no poder. Los riffs son fluidos y contundentes. No abusan demasiado, sino todo lo contrario de los ataques de tremolo picking. Existen las dobles armonías en su forma de componer, aunque éstas también van a cuentagotas. La lead guitar sin que aparezca siempre, una vez irrumpe destroza cualquier cosa que se le ponga por delante.

No hay sobresaltos en los registros vocales ni falta que hace. Ya os podéis hacer una idea ¿no? Efectivamente, venga el festín de growls ahí.

Los tambores son dinámicos hasta decir basta. En líneas generales acaban usando más los mid tempos. Eso sí, una vez estallan a toda velocidad, la espiral de violencia es tal que a muchos de vosotros las pulsaciones le acabarán subiendo peligrosamente.

Destacaría la aniquiladora y acelerada ‘Darkness Must Prevail’ y ‘Sunk into Oblivion’ por ese espectacular cambio de dirección que tiene sobre su mitad.

Para finiquitar la reseña, solo me queda decir que ha valido la pena esperar tantos años para que los valencianos lanzasen al fin un Larga Duración como dios manda. Aunque hay luces y sombras, os aseguro que aquí hay talento.

Nota: 7
Autor: Chus

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