La espesa capa de ceniza, impedía que los rayos del sol alumbrasen la Tierra como antaño. El atentado fue brutal. Todas las centrales nucleares fueron saboteadas, estallando al unísono el 24 de junio de 2050 a las 20:30 horas. Tan aberrante acto, fue perpetrado por la organización conocida como Libertad. Los miembros de la sociedad terrorista, proclamaban un nuevo orden, donde el ser humano no tenía cabida. A pesar del terrible desastre, promulgaban que con el tiempo la naturaleza prevalecería. La población mundial, en tan solo una semana se había diezmado alarmantemente. Los humanos caían como chinches. La piel se les derretía, mientras que decena de tumores crecían en sus maltrechos cuerpos a un ritmo alarmante. Al fin, había ocurrido el gran apocalipsis. El planeta tardaría millones de años en sanar, pero resurgiría sin la especie que más daño le había hecho…
Bienvenidos al universo de Neptunian Sun.
El combo de Atmospheric Melodic Black Metal Neptunian Sun, lanzó el 13 de junio de 2019 su segundo L.P «The Black Light That Blinds Us» gracias a SouthCoast Productions.
Su formación es: Antonio Olmos (bajo), Miguel Fernández (batería y voz), Kike VM (guitarra y sintetizadores).
Descansados se habrán quedado los de la comunidad valenciana al parir semejante disco. Nada más comienzan a sonar las primeras notas del susodicho, uno sabe que está delante de algo especial, y ciertamente así es. El equilibrio entre rabia y melancolía es perfecto, añadiendo además puntuales toques de atmósferas tan oscuras como el propio corazón de Satán. A todo ello, le añaden una enorme ración de frustración, consiguiendo que el resultado final sea digno de ovación. En lo que es el aspecto netamente técnico, la producción es sucia sin ser absurda, mientras que el artwork refleja a la perfección que es lo que os encontraréis al darle al play al Elepé en cuestión,
Grandilocuentes, descarnadas y apocalípticas. A ver, ¿de qué estoy hablando ahora? Pues por supuesto de las seis cuerdas. No faltan los tremolo picking ni los toques de pesadez. Solos no hay ni uno, y las dobles armonías se crean a raíz de explotar el bajo como Odín manda.
Con los registros vocales, agarraos, que os esperan unos predominantes shrieks unidos si la ocasión lo requiere a growls poderosos.
Este humilde redactor ha tenido la sensación de que los mid tempos tienen más cancha que los zambombazos de velocidad en los parches. No obstante, descuidad que la celeridad no falta.
Destacaría ‘Monochromatic Vision’. El corte se inicia de forma siniestra para desarrollarse magistralmente, estallando a toda mecha. Así da gusto.
Echadle un oído camaradas. De verdad, el power trio vale la pena.
Nota: 7,5
Autor: Chus
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