Crítica: Inanimate Existence – Clockwork (2019)


Se sentía terriblemente cansado. Le dolía la cabeza y sus extremidades parecían que pesaban toneladas. Miró a su alrededor. Parecía que estaba en medio de una jungla. Cerró un momento los ojos. Necesitaba recordar quien era y como había llegado hasta allí. Los flashbacks no tardaron en llegar, y con ellos la preciada información. Él era Racus, un espía del gobierno. Había sido descubierto por el enemigo. Su castigo fue algo peor que la muerte. Habían usado un portal espacio temporal para abandonarlo en una Tierra alternativa donde al parecer los dinosaurios jamás se extinguieron. ¿Cuánto tiempo podría llegar a sobrevivir allí?…
Bienvenido al universo de Inanimate Existence.

Los estadounidenses Inanimate Existence volverán a la carga con una nueva ración de Prog Technical Death Metal el 10 de mayo de 2019. The Artisan Era será el encargado de lanzar el que será su quinto trabajo llamado «Clockwork».

Su formación es: Ron Casey (batería), Cameron Porras (guitarra y voz), Scott Bradley (bajo).

Sin palabras me ha dejado esta grandísima OBRA MAESTRA. Hacía tiempo que no oía algo de semejante calibre. Tanto es así, que juro que me está costando escribir la crítica. Pero como no queda de otra voy a intentarlo. A ver, las composiciones son tremendamente intrincadas, introduciendo unos perfectos cambios de dirección que os dejarán con el cuello roto en mil pedazos. Aunque lo mejor de todo, es que el disco emociona con cada nota. La propuesta de estos tíos, tiene alma, consiguiendo conectar a la perfección con todo aquel que le dé al play a este Elepé. Lo que acabáis de leer es absolutamente imposible para muchas agrupaciones -mejor no digo nombres…-, que a pesar de ir sobrados de técnica, carecen de espíritu. Aquí no hay fisuras, partes de relleno o innecesarias intros. Como no podía ser de otra forma, la producción está a la altura de las circunstancias. Asimismo, el artwork es ciencia ficción pura. No sé a vosotros, pero a mí me parece realmente atrayente.

Enrevesadas hasta decir basta son las notas que Cameron consigue hacer salir de su «hacha». Lo de este hombre no es normal, de verdad lo digo. Sus riffs son fluidos, a doble armonía, muteados, marcados, pausados y con instantes a una cuerda. Con los solos, únicamente podréis hacer una cosa: Reverenciar a este hombre.

Poca sorpresa hay en el apartado vocal. Nuevamente nos tropezamos con dos tonos, donde los growls más bajos predominan ante las pinceladas de guturales agudos rasgados.

El bajo no solo tiene presencia, sino también esencia. Da gusto cuando este instrumento emana personalidad propia.

En la percusión, la palabra que mejor podría definir no es otra que «dinamismo». El trabajo de Mr Casey es superlativo.

¿Canciones a destacar? Claro, TODAS. Mas siendo totalmente sincero ‘Ocean’ ha ganado especialmente el corazón de este humilde redactor.

Camaradas, ¡COMPRADLO YA!

Nota: 10
Autor: Chus

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