Crítica: Overkill – The Wings of War (2019)


Los cinco hechiceros, ansiosos de obtener el poder del denominado «Demonio Verde» comenzaron el ritual. Cada uno, sostenía en su mano una calavera de un ser que no pertenecía a la Tierra. Todos tenían la misma morfología. De la parte trasera de los cráneos salían lo que parecían que eran alas de murciélago. Mientras que, en el frontal, unos afilados cuernos y colmillos podrían poner los pelos de punta al más valeroso de los hombres. A la mitad del hechizo, las vacías cuencas oculares de las cabezas comenzaron a expulsar un espeso humo esmeralda. Los brujos lo aspiraron profundamente. Al instante, sus cuerpos comenzaron a cambiar. ¡Se estaban transformando en auténticos diablos!
Bienvenidos al universo de Overkill.

No creo que a estas alturas uno de los grandes titanes del Thrash Metal mundial necesite presentación. Overkill volvieron a la carga de la mano de Nuclear Blast el 22 de febrero de 2019 con su nuevo álbum titulado «The Wings of War».

Su actual Line up es: D.D. Verni (bajo y voces), Bobby «Blitz» Ellsworth (voz), Dave Linsk (guitarra solista), Derek «The Skull» Tailer (guitarra rítmica), Jason Bittner (batería).

Cada disco una joya, y éste, como no podía ser de otra forma, también lo es. Vuelvo a quitarme el sombrero ante los de New York. ¿Cómo es posible que una agrupación que lleva activa desde 1980 siga construyendo redondos incontestables? La respuesta es muy simple: tienen talento puro y siempre lo tendrán. Volvemos a toparnos con casi una hora del más puro e intenso «Metal Apaleador». Las tonadas son tan variadas como demoledoras, demostrando que se puede facturar un Elepé impoluto sin tener que caer en una repetición descarada en la estructuración de los cortes. Todas y cada una de las canciones se diferencias entre sí, formando un todo perfecto, donde no falta ni sobra nada. Al oír cosas así, aún me dan más pena las bandas clónicas de nueva hornada. ¡Havok y sucedáneos, escuchad esto y aprended como debéis componer! Con la producción, ¿qué queréis que os diga?, ésta es cristalina y brutal. Respecto al artwork, vale, es cierto que no es precisamente original dentro de la idiosincrasia de estos dioses, pero anda que no llama la atención ni nada ¿eh?

Fluidos, iracundos, oscuros…. Así son – como siempre han sido y serán- los riffs que degustaréis cuando le deis al play al plástico que hoy estamos reseñando. Cada nota os romperá una y otra vez vuestros huesos. Como siempre, ojo a los solos. No os digo más.

Con los registros vocales, «Blitz» sigue imparable. ¡Qué bestia!, su alto y rasgado tono es tan malévolo como siempre.

Mr Verni se hace escuchar, deleitándonos con unas cuatro cuerdas con personalidad. De verdad, ¿qué les dan de comer a esta gente?

La percusión es trepidante e imparable. Mid y up tempos conviven en perfecta armonía, enseñando un equilibrio genial entre celeridad y potencia.

¿Queréis que destaque algún tema?, vale, los recalco todos. Si pensáis que gente de la nueva generación lo hacen mejor que Overkill, es que, metafóricamente hablando, preferís el paté de marca blanca antes que el caviar. Necesitáis…. no, debéis comprar este C.D ya.

Nota: 10
Autor: Chus

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