Crítica: Weight Of Emptiness – Conquering the Deep Cycle (2020)


Con una reconocida y larga trayectoria que abarcó 10 años de carrera musical  en la banda chilena de metal progresivo Twilight Mist, Juan Acevedo y Alejandro Bravo en guitarras y Alejandro Ruiz en voz, comenzaron sus ensayos en el año 2015 para dar origen a la agrupación Weight Of Emptiness, banda de metal extremo que conjuga doom, death y black metal con metal progresivo.

La primera formación se completó con el bajista David Hernández y Mauricio Basso, líder de la banda Letargo de casi 25 años de trayectoria, en la batería.

Teniendo por temas líricos la introspección, las emociones, la muerte y la desesperación, y a pesar del corto tiempo de formación y de algunos cambios en su line up (David Hernández deja la banda, siendo reemplazado por bajista Manuel Villarroel) cuenta ya con un interesante material discográfico: «Anfractuous», EP del 2016, «Anfractuous Moments for Redemption», Full-length de 2017, y su más reciente producción: «Conquering the Deep Cycle» Full-length del 2019 que fuera lanzado por la etiqueta  Australis Records y que es el álbum que nos convoca hoy.

En cuanto al sonido, podríamos definir a la atmósfera creada como oscura y lúgubre, no se podría afirmar que sea agresiva, sino más bien nostálgica y deprimente.

La impronta progresiva es más que evidente, primero por la extensión de las canciones, que si bien no llegan al extremo del rock progresivo de los ’70, para ser metal extremo es algo largo, (más de 5 minutos la mayoría), por técnica de instrumentalización algo compleja, que, si bien no se halla dividida en movimientos, como si el rock progresivo, por momentos recuerda al metal sinfónico, aunque con una atmósfera mucho más intimista y triste.

Es también notoria la tendencia al virtuosismo, con la presencia de solos de guitarras que recuerdan al metal clásico pero mucho más oscuro y con una afinación más grave.

Son constantes los cambios de ritmo, a pasajes sin armonía ni ritmo pueden seguirle momentos muy melódicos que hasta pueden involucrar fragmentos acústicos de guitarra. En general las guitarras se mantienen en el rango grave-distorsionado-no melódico del doom y del black, pero por momentos suelen adosarse los pasajes de melodía y guitarra acústica.

Otra constante son los cambios en los patrones de batería, que en general son lentos pero por momentos adquieren más velocidad, Lo mismo sucede con la voz, que en general se mantiene en el growl, pero también pueden introducirse pasajes dentro de los tracks, donde lo que se evidencian son voces limpias, ya sea como recitación o como canto.

Personalmente lo considero un buen disco, creo que esta banda está logrando un sonido interesante y novedoso, utilizando elementos ya conocidos, están innovando con una música atrapante y diferente, que si bien es depresiva más que agresiva y también muy melódica, no por eso pierde la condición de extremo, puesto que los géneros que fusionan y del modo que lo hacen, los convierte en una propuesta radicalizada.

Muy recomendados para los amantes del death progresivo y técnico o del black y doom metal sinfónico. Los seguidores de estos géneros sabrán disfrutar de esta propuesta lúgubre, extrema y a la vez melódica, no así los más afectos al brutal o slam y demás propuestas más agresivas y menos melódicas

Nota: 8,5
Autora: Irene Adler

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