Crítica: Scent Of Death - Into Everlasting Hate (2023)

Desde que despertó, notó que se sentía extraño. Algo incómodo y con un dolor leve pero molesto en el pecho. A pesar de ello, no quiso darle mayor importancia. Se vistió con el atuendo clásico de cada misa y se dispuso a ir a dar el sermón matinal. Cuando comenzó a hablarle a sus feligreses, el malestar fue en aumento. Antes de darse cuenta, estaba boca arriba gritando de dolor. El esternón le explotó, emergiendo de forma literal un diabólico ser alado. Su lado oscuro no solo había tomado control, sino también cuerpo material, abriéndose paso hacia la superficie, para dejar atrás una envoltura débil y patética. Los gritos, primero de terror, luego de dolor retumbaron en las paredes de la iglesia. Nadie de los allí presentes llegó a salir con vida.
Bienvenidos al universo de Scent Of Death.

Los Technical Death metaleros Scent Of Death, editaron el 1 de junio su tercer Larga Duración «Into Everlasting Hate» gracias a Base Record Production.

El line up del grupo es: Bernardo E. Tesouro (guitarra), Jorge F. Taboada (guitarra), Rolando Barros (batería), Sérgio Afonso (voz), Luis (bajo).

Señoras y señores, los gallegos han creado toda una obra maestra. Sí, así de tajante lo digo. No entiendo como aún hay metalheads que desprecian o ignoran a las formaciones estatales solo por serlo. «Into Everlasting Hate» es simple y llanamente perfecto. El nivel de composición es inmaculado, ofrendando las partes precisas y exactas tanto de instantes sesudos como de melodía o furia pura y dura. Pocos, muy pocos pueden lograr tener dichas cualidades. Tanto es así, que les patea los traseros a más de una vaca sagrada dentro del estilo que ejecutan en la actualidad. Asimismo, tanto la producción como el artwork son geniales.

Decir que el escaparate de riffs es impresionante es quedarse corto. Es motivo de jolgorio comprobar en propias carnes como hay personas que además de esforzarse en crear «hachas» complicadas y lograrlo con gracia y soltura,, son a la vez capaces de transmitir un buen puñado de sensaciones. Mis más sinceras felicitaciones a Bernardo E. Tesouro y Jorge F. Taboada, que nos destrozan a base de fluidez, rotundidad, dobles armonías y ataques de tremolo picking. No sé si os ocurrirá a vosotros, pero me dio, en le buen sentido, cierto aire a Dissection en ‘Sooner or Later‘ y ‘Even the Angels Fall‘. A su vez, me recordaron a los míticos Death en ‘Romans‘. Por supuesto, en dichos tracks, le dan su toque único y personal, así que no penséis mal. Ah, por cierto, ojo con la lead guitar. No os digo más.

Sólidas y corrosivas son las voces. Si vais buscando clean vocals o concesiones a la comercialidad mejor que miréis para otro lado. Predominan claramente los growls profundos. Los guturales agudos rasgados resultan anecdóticos, mas no se olvidan de ellos.

Si deseáis buenas bass line, no os perdáis ‘Indoctrinated‘. Garantizo que sonreiréis de pura satisfacción.

¿Cómo se puede «aporrear» tan bien los parches? Rolando Barros sabe muy bien lo que se hace tras su kit de tambores. Si buscáis dinamismo y giros constantes de dirección, él os lo dará.

Si bien podría destacar cualquier tema,’Romans‘, ‘Among Them‘, ‘Indoctrinated‘ son mis predilectas.