Crítica: Altars of Rebellion – Capital Phase of Karma (2021)


Echando la vista atrás, y haciendo el mejor ejercicio de auto crítica del que soy capaz, veo que por supuesto he cometido a lo largo de los años multitud de errores. Sin embargo, y sin obviar la gravedad de los fallos cometidos, tengo la férrea convicción de que el karma me castiga en exceso. Con el devenir existencial, la tímida rabia adolescente se convirtió en humildad envuelta de un pesado manto de traumas e inseguridades. Supongo que el hecho de la falta de interés de mis progenitores hacía mi persona, ver un baño repleto de charcos de sangre y la sensación de no encajar en el mundo que me rodeaba me hizo ser como soy. Me he ganado muchos palos, de eso no cabe duda. Ahora, estoy esperando en la sala del quirófano. La operación es complicada y es muy posible que no salga de aquí con vida. No hay nadie fuera esperándome y en realidad nunca lo hubo antes. Naces solo y mueres solo dicen. ¿Me arrepiento de algo?, la verdad es que no, pero no dejo de preguntarme la razón de que la vida me haya tratado como lo ha hecho…. ¿¡Tan malo he sido!?…….
Bienvenidos al universo de Altars of Rebellion.

Los Symphonic Death metaleros Altars of Rebellion, lanzaron su tercer Larga Duración «Capital Phase of Karma» el 1 de julio de 2021 gracias a Helvete Records.

La alineación del combo es: Belitio (bajo y voces), Dallkiel (guitarra), Fernando Khristos (voz y teclados).

Los de Colombia han creado un disco convincente y sólido del género anteriormente mencionado. Los ocho tracks que lo conforman no pierden ni un solo ápice de intensidad en ningún instante, corroborando así la clara pericia compositiva que atesora el power trio. El asalto se pasa rápido, arrojándonos desde el principio a un paraje sombrío e inhóspito, donde la oscuridad poco a poco va corroyendo nuestras almas. A pesar de ello, no todo es bueno. La batería, claramente programada, resulta incomoda de oír cuando irrumpe con blasts o ataques de doble bombo imposibles debido a su celeridad inhumana. Espero que en el futuro cuiden más ese aspecto, ya que le acaba por restar enteros al cómputo final.

Las seis cuerdas, construidas a base de dobles armonías y acometidas de tremolo picking, descansan sin pega alguna sobre un colchón de terroríficos teclados. Además, se os caerán los palos del sombrajo con las inclusiones puntuales de técnica extra y rotundidad marcada. La lead guitar tan solo trabaja en ‘Arrogance: Intuitive‘. Lástima que no aparezca más.

Preparaos para un festín de registros vocales. Aquí tenemos casi de todo, desde los predominantes growls hasta shrieks, pasando por anecdóticas clean vocals.

Grata sorpresa me he llevado al escuchar las líneas de bajo. Dicho instrumento, brilla con especial fulgor en ‘Wrath: The Loss of the Sense‘ y ‘Avarice: Flesh Made Greed‘.

Ya lo he ido dejando de caer antes. La percusión no me convence demasiado. Tengo fe en que lleguen a tener un baterista real en tiempos venideros.

La trepidante ‘Envy: The Source Particle‘, me ha resultado la mejor canción del plástico. No dudéis en echarle un oído.

Si queréis música extrema a la par que bombástica, no os perdáis el Elepé que ha protagonizado la reseña de hoy.

Nota: 7
Autor: Chus

Facebook

Bandcamp

Instagram

ReverbNation

Spotify

Twitter

YouTube

Helvete Records Facebook

 

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.