Crítica: Nivatakavachas – Ascraedunum (2021)


Corroído hasta lo más profundo del alma, observaba como iban transcurriendo los eternos días. El sentimiento de soledad era cada vez más grande, al igual que su cada vez mayor conexión con el mundo que le rodeaba. La vida se le escurría entre las manos. Mientras, la totalidad de sueños e ilusiones que hasta no hace demasiado tiempo le daban fuerza para seguir se diluían en un mar de espeso pesimismo y desidia. Nada valía nada….
Bienvenidos al universo de Nivatakavachas.

El L.P debut de la One Man Band de Atmospheric Death Metal Nivatakavachas llamado «Ascraedunum», vio la luz el 6 de abril de 2021 gracias a Satanath Records y Azif Records.

Pero, ¿quién está detrás de dicho proyecto? La respuesta es simple. Bornyhake es el encargado de las voces y de la totalidad de los instrumentos.

Conforme transcurría la inicial ‘Capnomancy‘ percibía de forma clara que estaba ante algo especial, mas no terminaba de cuajarme del todo. Sin embargo, y una vez terminé de catar el disco en cuestión, solo pude hacer una cosa: caer rendido ante los pies de Bornyhake, y darle las gracias por crear semejante bestia sónica. Señoras y señores, proyectos así son los que realmente mantienen viva la llama del «Metal Muerto» independientemente de la variante a la que corresponda. Da gusto cuando uno se topa con algo espeluznante a la par que único dentro de un panorama musical cada vez más saturado de grupos con escaso talento.

Los destensados y arrastrados riffs parecen haber sido grabados en lo más profundo del Infierno. Son incómodos, punzantes y letales hasta decir basta. La única pega que podría ponerle de forma subjetiva es la ausencia total de solos. Por lo demás, poca broma con las dobles armonías y embistes de tremolo picking. Os aseguro que os helarán la sangre.

Gracias a Odín, aquí no hay mamarrachadas de clean vocals, dobles registros vocales y demás memeces. Y no me extraña, con los cavernosos y adictivos guturales que dominan con mano dura los casi 34 minutos que dura el álbum tenemos más que de sobra para no parar de alucinar.

La percusión es dinámica hasta reventar. Lo mismo es rotunda cual pisada de T Rex que más veloz que un rayo. Así da gusto sí señor.

Mi canción predilecta ha sido ‘Oneiromancy‘. Hacedme caso y catadla.

Si estáis hartos de «ruido» radical estanco, no dudéis en haceros con una copia de «Ascraedunum».

Nota: 8,5
Autor: Chus

Bandcamp

 

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