Crítica: Plaguewielder – Covenant Death (2021)


El disco que nos convoca hoy es el tercer larga duración de la banda de blackened sludge metal oriunda de Ohio, Plaguewielder: «Covenant Death», que saliera al mercado discográfico a través del sello Disorder Recordings el pasado 2 de abril de 2021.

Sobre la banda:

Plaguewielder es una banda de blackened sludge metal formada en Ohio, Estados Unidos en 2015 y que se halla activa en la actualidad. Se encuentra integrada por dos miembros: el vocalista / guitarrista Bryce Seditz y el baterista Tim Roberts.

En 2015 lanzaron su LP debut «Succumb to the Ash» donde la lírica de las canciones es un fiel exponente de toda la decadencia y suciedad de las ciudades industriales de donde son originarios; a este lanzamiento, le siguieron los singles: ‘Writhing in Mental Torment‘ en 2017, y ‘In Depths of Cold Hell‘ de 2018 que luego sería incluida en su LP inmediatamente posterior «Surrender to the Void» de 2018 el cual se editó a través del sello discográfico Fragile Branch Records.

En este disco, partieron de influencias cargadas de fatalidad para llevar  la autodestrucción y el comportamiento autodestructivo a otro nivel. Siguieron con la edición de dos singles más: ‘Where Did You Sleep Last Night‘,single de 2019 y ‘Suffering from Self Inflicted Wounds‘ también en 2019. Ese mismo año, en junio, sale su EP «Suffering from Self Inflicted Wounds», el cual es, definitivamente, su lanzamiento más visceral y violento.

Ahora, en 2021, Plaguewielder presenta un tercer álbum de larga duración. Ahondando en los sonidos logrados por lanzamientos anteriores, el álbum «Covenant Death»  es una expresión de la tristeza y el sufrimiento que siguen muy de cerca a la ira. Estilísticamente hablando combina black metal, post-rock, goth y death metal en una fuerza original y pulverizadora.

Sobre el disco:

«Covenant Death»  es el tercer larga duración de Plaguewielder, fue lanzado el 2 de abril de 2021 por el sello discográfico Disorder Recordings y se encuadra dentro de los géneros blackened y sludge metal.

Fue diseñado, grabado, mezclado y masterizado por Jeff Wilson (Chrome Waves, Deeper Graves), quien también  proporcionó las melodías del bajo, las guitarras adicionales y el sintetizador, junto con Steve Lehocky (Cryptic Abuse) que proporciona guitarras adicionales. La portada fue pintada por Jef Whitehead (Leviathan, Lurker Of Chalice) y el diseño fue manejado por Wilson.

Track List:

  1. To Dance With Wolves‘ (06:31)
  2. At Night They Roam‘ (05:44)
  3. A Death That Knows No End‘ (04:14)
  4. One With The Shadows‘ (04:29)
  5. Covenant Death‘ (02:06)
  6. CRGP0‘ (3:08)
  7. Black Mysticism‘ (05:18)
  8. Forever We Shall Be‘ (05:34)

En cuanto al sonido, la atmósfera que domina en todas las composiciones es caótica, depresiva, decadente y grotesca. La sensación que reina es opresiva y lúgubre, y en general, carente tanto de melodía y armonía.

Los géneros de base predominantes son mayoritariamente el death metal y en segundo lugar el black metal, esto se hace evidente tanto en los riff de guitarras, (siempre distorsionados y saturados, que son zumbantes y repetitivos, muy crudos al estilo del black en los tracks 1 y 6, y riffs más cortantes y de variabilidad abrupta, al estilo death, en los demás tracks), como a través de la batería, veloz y martilleante, donde el tremolo picking y el blast beat son muy frecuentes:

En cuanto a la voz, se muestra más bien gritada que cantada, se mantiene en el rango del gutural en su modalidad screaming, además de percibirse muy desgarrada y de evocar una sensación desesperada y decadente.

La excepción son los tracks 2 y 5 donde se presenta una base más cercana al post rock en el primero, aunque mucho más oscura y pesada, mientras que el segundo se encuadra dentro de lo que podríamos llamar experimentación musical, tratándose de la composición más corta del disco, el estilo casi que lo definiría como sinfónico, aunque con un espíritu más oscuro, al modo gótico más que sinfónico, pero con una presencia instrumental muy limpia que lo acerca al primero. Esta canción además se combina con sonidos ambientales de aullidos de lobos.

Resumiendo:

Se trata de un álbum que se presenta grotesco, depresivo y lúgubre donde se combinan tanto los riffs zumbantes del black metal con los cortantes y variables del death, baterías veloces y agresivas con ocasionales toques más rockeros y góticos.

Personalmente lo considero un muy buen álbum, lo recomiendo ampliamente, como iniciador para aquellos que quieran adentrarse al conocimiento de la música extrema como también para aquellos fanáticos del black metal depresivo o del death metal en su combinaciones con el black, es decir en una variante más triste que agresiva.

Un gran exponente del metal extremo que nos anuncia que mientras los Plaguewielder se encuentren en el ruedo, tenemos música extrema para rato, y roguemos para que se mantengan activos por mucho tiempo más.

Nota: 9
Autor: Irene Adler

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