Crítica: Dormanth – Complete Downfall (2020)


¿Cuánto tiempo puede una persona aguantar su propio vacío existencial? Supongo que eso dependerá de cada cual. En mi caso ha sido 39 años. Creo que jamás le he visto sentido a casi nada. El pensar y actuar diferente lo único que me trajo fue crítica, burla y desprecio por parte de quienes me rodeaban. Además, si a eso se le añade problemas severos desde muy pequeño de ansiedad, la mezcla es explosiva. Ya no creo que pueda caer más bajo a nivel anímico, y después de tantos años con la idea del suicidio rondando por mi cabeza, he decidido que ya llegó la hora de dejar de respirar. No voy a escribir carta alguna. No creo que tenga que darle explicaciones a nadie. Tan solo tomaré un buen número de pastillas, me acostaré y esperaré a que la parca venga a reclamar mi atormentada alma….
Bienvenidos al universo de Dormanth.

El próximo 15 de diciembre de 2020, Xtreem Music editará el cuarto Larga Duración de los Melo Death metaleros Dormanth llamado «Complete Downfall».

Su actual alineación es: Javi Martínez (batería), Óscar Del Val (voz y guitarra), Isma Fernández (bajo), Jokin Andrés (guitarra).

Señoras y señores, sin temor a equivocarme puedo decir que estamos ante el mejor trabajo de los de Bilbao. El disco resulta adictivo a más no poder, alcanzando una nueva cota de genial dinamismo por la que en ocasiones adolecían sus anteriores obras. Los 40 y tantos minutos que dura se pasan volando, pero no la sensación de que se ha oído algo grandilocuente, siniestro y especial. Como no podía ser de otra forma, la producción está a la altura de las circunstancias, exhibiendo un sonido nítido, contemporáneo y atronador. Asimismo, desesperanzador artwork llama muchísimo la atención. ¿Qué más se puede pedir?

En lo que a las «hachas» se refiere, y como es habitual en el conjunto, las dobles armonías llevan la batuta a lo largo y ancho del Elepé. Os aseguro que vais a disfrutar más que un niño el día de reyes con las notas que salen despedidas de los instrumentos de Óscar y Jokin. Desprenden un dramatismo y una garra fuera de lo común. Por otro lado, poca broma con los solos. No os digo más.

Exceptuando las clean vocals narradas introducidas en la, por otro lado, salvaje y veloz ‘Crystal Bone‘, en el resto del tiempo degustaréis growls a diestro y siniestro.

Ciertamente, los mid tempos campan a sus anchas, encontrándose a veces con ráfagas de velocidad. Dicho esto, garantizo que la percusión es de todo menos aburrida y estática.

Debido a la solidez y buen hacer en lo que estructuración y composición respecta, me ha resultado casi imposible destacar track alguno, ya que todos están a un nivel excepcional. No obstante, recomiendo especialmente ‘Dreamcatcher‘, ‘Fire‘ y la anteriormente mencionada ‘Crystal Bone‘.

Si tuviese que ponerle un titular a la reseña de hoy este sería el siguiente: Definitivamente, el grupo ha llegado a su cenit.
Hacedme caso y haceros con una copia.

Nota: 9
Autor: Chus

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