Crítica: Nasty Surgeons – Infectious Stench (2018)

"BrokenTomb"


La mente humana, debido a sus limitaciones, es incapaz de ver la realidad tal cual es. Algunos creen en la existencia de la vida después de la muerte. No obstante, de lo que no son conscientes, es de que una vez habiendo perecido, todas las almas llegan a un paraje desolador del cual es imposible escapar. Si alguno pudiese huir describiría el lugar como un horrendo e infinito campo donde se recolectan las ánimas. Los encargados de realizar dicha tarea son los llamados Cosechadores De dolor. Ellos deciden que espíritu será castigado por toda la eternidad y cuales darán forma a más engendros que trabajen al servicio del Maestro. Al llegar la parca solo existe dos cosas: martirio o esclavitud. Eso es exactamente lo que hay cuando el corazón deja de latir para siempre.
Bienvenidos al universo de Nasty Surgeons.

Un año más tarde de su debut "Exhumation Requiem", el combo de Death Grind Nasty Surgeons publicó el 5 de julio de 2018 su segundo L.P "Infectious Stench" vía Xtreem Music. Si sois amantes de este género dejad lo que estéis haciendo y disponeos a leer la reseña del susodicho plástico.

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El grupo lo forma: Ramón Mur (batería), Raúl Weaver (guitarra y voz), Gonzalo Dalle (guitarra), Fabián Hernández (bajo).

Si os parece, empezaré esta crítica con una frase que bien podría ser un titular: Como sonar a Carcass y no perder ni un ápice de personalidad. Señores, los de Burgos reparten cera de una manera impresionante. Durante los aproximados 39 minutos que dura el asalto, recibimos una buena ración de vísceras, sangre y cerebros que de seguro os dejará saciados. Las tonadas son incisivas y directas, pero sobre todo adictivas. Cierto es que para este humilde redactor sus dos primeros tracks no fueron demasiado acertados. Pero a partir del tercero, ay madre, lo que se nos deja de caer no tiene ni nombre ni precio. La producción es buena, mas me ha chirriado un poco la batería en las partes de blast. A pesar de ello, este punto no desluce para nada el gran resultado final. Asimismo…. ¡tremendo artwork! ¡Portadas así son las que todos los conjuntos del mundo deberían tener!

Sniff, sniff. ¿No os llega el fétido hedor a cadáver? Si vosotros no sois uno de ellos de seguro que sí. Y ¿Sabéis que lo produce?, los guitarrazos de Raúl y Gonzalo. Sus riffs son fluidos, pesados, a doble armonía, hardcore old school y si la ocasión lo requiere a una cuerda. Por cierto, poca broma con los solos. Afilados y efectivos a más no poder.

Si hablamos de registros vocales, nos tropezamos con una embestida de dos tonalidades. Growls y guturales agudos rasgados os pondrán la piel de gallina.

Con la palabra "dinamismo" podríamos calificar sin problemas la forma en la que los parches son golpeados. ¿Podréis aguantar los constantes cambios de velocidad? Espero que sí.

Destacaría la final "(c) Dr Death" por ser la canción más directa de todas. Una forma inmejorable de dar finiquito al plástico, sí señor.

¡¿A qué estáis esperando?!, ¡comprad ya el Long PLay!

Nota: 8,5
Autor: Chus

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