Crítica: Nasty Surgeons - Gangrenous Symphonies (2025)

Tranquilos, esto no durará mucho. Tan solo necesito que toquéis las partituras que os acabamos de pasar. Vais a tener el honor no solo de tocar para nosotros, sino que también con esas melodías, lograréis traer un nuevo orden mundial. ¿No es maravilloso? Cada nota hará que el portal se abra. Cuando suceda, el maestro volverá a nuestro plano astral y vosotros cambiaréis a algo que desde luego no es humano. No temáis, no será doloroso. Lo que tal vez os entristezca, es que desaparecerá todos vuestros recuerdos. Sin embargo, es un pequeño precio a pagar por todo esto, ¿no creéis?
Bienvenidos al universo de Nasty Surgeons.

El 14 de abril de 2025 Base Record Production se encargó de lanzar el quinto Larga Duración de los Death Grinders Nasty Surgeons titulado «Gangrenous Symphonies».

El line up del combo es: Ramón Mur (batería), Raúl Weaver (guitarra y voz), Gonzalo Navazo (guitarra), Fabián Hernández (bajo).

No sabéis lo que compadezco a aquellos metalheads que se estancan a la hora de escuchar música y acaban poniéndose una y otra vez las cuatro bandas que salen en la portada de las revistas mainstream del género. Los que sabemos que en el underground está realmente la gracia, podemos disfrutar de obras maestras como la que hoy os comento. Sí, habéis leído bien, no puedo calificar al plástico en cuestión de otra manera. No tiene ni un solo segundo de música mediocre. Los de Castilla y León demuestran con creces que están en un estado de gracia compositivo fuera de lo común, regalándonos un plástico inmaculado, repleto de vísceras, violencia e intensidad a raudales.

Las seis cuerdas, cortantes y fluidas os van a dejar con las pulsaciones tan altas que posiblemente más de uno necesite un descanso entre track y track. Los riffs no podrían ser más adictivos, de verdad os lo digo. Mención especial merece la lead guitar. Poca broma con los solos.

Salvando las distancias, los registros vocales os pueden llegar a recordar a los de Jeff Walker de Carcass. Por supuesto, aquí no hay estribillos limpios ni nada similar. Como debe de ser. Lo que sí os toparéis, es con leves y anecdóticos instantes de voces narradas.

Si bien el bajo no tiene mucho protagonismo, en ‘Sepsis‘ da un fuerte golpe en la mesa y dice aquí estoy yo.

En la percusión lo que prima son los blast y skank beats, siendo conscientes de cuando hay que levantar el pie del acelerador. Asimismo, los múltiples cambios de dirección son la tónica a la hora de golpear los parches.

Estamos ante uno de esos casos que no puedo decantarme por ningún tema en concreto. Todos y cada uno de ellos son apabullantes. No os digo nada y os lo digo todo.