Crítica: Festergore – Constelations of Endless Blight (2024)


Twin Peaks. En la ciudad texana de Waco -con una población estimada de más de 140.000 habitantes- se produjo el 17 de mayo de 2015 un tiroteo en un restaurante de la cadena Twin Peaks (Picos gemelos) entre integrantes de dos grupos moteros, los Bandidos y los Cossacks (Los Cosacos), a consecuencia del cual fallecieron nueve motociclistas y 18 fueron heridos de diversa consideración. El enfrentamiento entre ambos grupos pudo originarse por la negativa de los Cossacks a pagar las cuotas exigidas por los Bandidos al operar en el estado de Texas. Un total de 177 personas fueron arrestadas por una presunta relación con el llamado crimen organizado. El conflicto se inició sobre el mediodía tras una discusión sobre un lugar de estacionamiento del restaurante, seguido de un atropellamiento y una posterior pelea que desencadenó en el tiroteo cerca ya de las 12:30 de la mañana. Al llegar la Policía, ésta fue tiroteada, respondiendo con sus armas de fuego al ataque. En el lugar de los hechos se incautaron también cadenas, puños americanos, cuchillos, palos y bastones. Las víctimas mortales y los heridos sufrieron impactos de bala, siendo el suceso el más grave de los producidos en el área de Waco desde el asalto al complejo de los davidianos en 1993.

El disco de hoy se titula «Constelations of Endless Blight» (Constelaciones de marchitamiento infinito), primer elepé de Festergore (Gore ulceroso), un quinteto procedente de Nueva York practicantes de Metal Muerto desde 2021. Fue lanzado el 29 de noviembre de 2024 en formato casete, cedé y digital a través del sello mexicano Personal Records. Sucede al epé autogestionado de 2022 «Synchronizing the Kozmos» (Sincronizando el cosmos) y al epé compartido «The Mire of Absolute Repulsion» (El fango de la absoluta repulsión) editado por el sello americano Gurgling Gore en 2023.

La portada es muy colorista y llamativa, con una combinación cromática que no pasa desapercibida, consiguiendo atraer al instante mediante una efectiva recreación ultramundana de pesadilla.

Encontramos un total de nueve composiciones, siete canciones y dos instrumentales -éstas toman el nombre de su primer epé, presentadas en una primera y segunda parte correspondiente, siendo los temas de menor duración del redondo, mientras que el resto posee parejidad en su minutaje-. La escucha completa del álbum supone 33:31 de tiempo en total. La producción es inobjetable, en una sabia combinación de clasicismo y modernidad. Los ritmos utilizados son lentos, medios y rápidos.

La voz es agrietada e insumisa, un portal sónico de pesarosa y eterna lucha entre infiernos.

Las guitarras son cadenas blandidas con fuerza y pasión llameantes, siendo la inclusión de unos solos sanguinarios e impíos de aguda implementación recuerdos venerados de la Escuela de Florida en su apogeo allá por los ochenta y noventa. Destacar aquí una colaboración de lujo a las seis cuerdas en el corte ‘Glass Casket‘ (Ataúd de cristal), con la participación de uno de los miembros de las leyendas neoyorquinas Nuclear Assault (Asalto nuclear), siendo su guitarrista durante 1985 a 1992 y en una segunda etapa entre 2001 y 2002.

El bajo presenta unas líneas de correcto trazado rítmico, subrayado en el tema ‘S.M.A.‘ por un fugaz solo quebrador.

La batería a los parches, los platos y el doble pedal concatena unas secciones golpeadoras de impresionante exhalación pulsátil, constituyendo uno de los basamentos para escuchar el elepé con total impunidad culpatoria.

Coda: un disco que proporciona un festín de acordes muertos exhumados desde constelaciones arrasadas por el fuego del Agente Naranja.

Nota: 7.
Autor: Deader.

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