Crítica: Diablation – Irrévérence (2024)


Las miradas de los allí presentes se clavaron de forma siniestra en el joven. Sabía que algo no estaba bien desde el mismo momento en el que entró en la sala. Quienes se suponía que era su familia y amigos no parecían ellos mismos. No tenía idea de qué había pasado, mas era consciente de que no saldría de allí, o al menos no siendo el mismo. De repente, antes de que pudiese si quiera intentar salir del lugar, un indescriptible dolor en el pecho lo dejó sin respiración. Abrió la boca buscando aire, cuando notó que algo salía de su interior. ¿Acaso su alma estaba saliendo de su cuerpo? Fue, un segundo antes de dejar de existir cuando visualizó el verdadero aspecto de unos seres que desde luego no eran humanos…
Bienvenidos al universo de Diablation.

«Irrévérence» es el título del tercer trabajo de los Symphonic Black metaleros Diablation. Salió el 27 de septiembre de 2024 gracias a Osmose Productions.

La alineación del grupo es la siguiente: Maximilien B. (bajo), IX (batería), V. Orias A. (guitarra y teclados), Vicomte Vampyr Arkames (voz).

De verdad, no creo que nadie en su sano juicio pueda poner muchas pegas a lo nuevo de los franceses. El redondo tiene todos los ingredientes para que a cualquier fanático del género anteriormente comentado se levante del sofá y se ponga a hacer headbanging. Todas y cada una de las tonadas que conforman el Elepé tienen una intensidad y un sentido de la melodía no facilona fuera de lo común, que lo convierte de inmediato en una compra obligada.

Las «hachas» son obsesivas y gélidas a más no poder. No faltan las dobles armonías ni los ataques de tremolo picking. Asimismo, es necesario recalcar que el teclado no resta ni un ápice de violencia, cosa que es muy de agradecer. Tampoco es de recibo olvidar mencionar los anecdóticos pero existentes instantes pausados o atmosféricos.

En el apartado vocal, los predominantes shrieks conviven sin problema alguno con las leves entradas de clean vocals narradas.

Realmente descarnada es la percusión. Aun levantando el pie del acelerador cuando es necesario, lo que prima es la velocidad. Advertidos quedáis.

En esta ocasión, no voy a recomendar ningún tema en concreto. Os garantizo que ni falta ni sobra nada, todos están a un gran nivel.

Si aún no habéis escuchado «Irrévérence», no sé a qué esperáis.

Nota: 9
Autor: Chus

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