Crítica: Horde Casket – Plague Supremacy (2022)


Los cadáveres fueron abiertos en canal para extraerle todos los órganos. Después, se les introdujo la viscosa y ennegrecida sangre del macabro dios proveniente de las estrellas. Una vez cosidos, se colocaron en el suelo formando un pentagrama humano. El ritual estaba a punto de comenzar. Los allí presentes alzaron las manos entonando unos cánticos en una lengua arcana y prohibida. Al inicio, tan solo era un susurro, para después transformarse en aullidos escalofriantes. El portal se abrió a la vez que los restos mortales de las víctimas cobraron vida, alzándose furiosos. No tardaron en devorar las almas y cuerpos del reducido número de brujos. El Infierno en la Tierra estaba a punto de comenzar.
Bienvenidos al universo de Horde Casket.

El pasado 8 de febrero de 2022, apareció el hasta la fecha último E.P de los Brutal Death metaleros Horde Casket llamado «Plague Supremacy».

El line up del combo es: Steve Giddens (guitarra), Marco Pitruzzella (batería), Greg Duke (voz), Josh Snider (guitarra).

No sabéis lo que echaba de menos reseñar algo así. La cabra tira al monte, y en mi caso, donde vaya el «Metal Muerto brutal» que se quite todo. Amigos de lo radical, los americanos nos destrozaron cada hueso de nuestro maltrecho cuerpo con el Extended Play en cuestión. Las composiciones son tan intensas y trepidantes que sentiréis una presión en el pecho que os impedirá respirar. Pero no todo es violencia. Las instrumentales de piano ‘Cast into a Hellish Realm of Horror‘, ‘Drowning in the Depths of Demented Illusion‘ y ‘Death upon the Desolate Sands of Demise‘ añaden un extra de oscuridad a la vez que regalan un breve respiro de tanta masacre sónica, logrando así que nadie se sienta abrumado ante tanta barbarie.

Las «hachas» en cada nota lograrán despellejaros lentamente, propiciándoos un dolor indecible que os transportará a la mayor de las locuras antes de que podáis encontrar a la parca.

No hay concesiones a la comercialidad en los registros vocales. Que, dicho sea de paso, tampoco nos regalan dos tonos, cosa que agradezco.

A mil por hora va la percusión. Los descansos son escasos, pero no inexistentes. Si os gustan tanto como a mí los blast beats, enhorabuena, con la labor de Marco Pitruzzella quedaréis complacidos.

Destaco ‘Plague Supremacy‘ y sobre todo ‘Raining Chunks‘. No tengo palabras para describirlas…. ¡yeeeeah!

¿Queréis algo realmente corrosivo?, pues no os perdáis «Plague Supremacy».

Nota: 7,5
Autor: Chus

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