Crítica: Benthik Zone – Εἴδωλον (2022)


Era consciente de que no sería capaz nunca de manejar la embarullada madeja de sentimientos que albergaba en su interior. De la misma forma que también sabía que nunca fue lo que se podría decir un ser de luz. Miraba hacia atrás y lo único que podía observar era a una persona que sufría una perpetua y enorme tristeza. Vivía rodeado de personas que jamás lo valoraron, comprendieron o apoyaron. Algunos lo veían como alguien sin energía suficiente como para poder luchar por nada. Otros, lo miraban con condescendencia. Mientras, lo que reflejaba el espejo de su alma no era otra cosa que frustración, contención y pena. Fantaseaba a menudo con suicidarse. La razón de no hacerlo era por cobardía. Tarde o temprano le llegaría su hora. Cuando llegase el momento, justo antes, era posible que volviera a repetir en su mente una frase que lo había acompañado desde que tenía uso de razón: «nunca tenía que haber existido».
Bienvenidos al universo de Benthik Zone.

El tercer trabajo de los Atmospheric Black metaleros Benthik Zone «Εἴδωλον», salió al mercado el 28 de enero de 2022 gracias a Onism Productions.

La alineación del grupo es: F. Braga (guitarra, bajo, programación de batería y voces), A. Leão (voz, didgeridoo).

Señoras y señores, hay propuestas que definitivamente y por mucho que lo intente, no son para mí. El nuevo Elepé del dúo portugués suena ambiental, apesadumbrado y grandilocuente. Sí, lo sé, esas son características que a priori son positivas. El punto negativo, es que durante los casi 50 minutos que dura el redondo, la sensación de desorientación y el no saber muy bien que estaba pasando no desaparecía jamás. Como vosotros comprenderéis, más temprano que tarde, un servidor cayó en el siempre profundo y desolador pozo del aburrimiento. De forma objetiva, ¿el disco es malo? Pues no sabría que decir. Supongo que más de uno de vosotros al catar algo así se lo pasará en grande, pero yo no. Para más inri, la producción no ayuda. De verdad, os juro que hay instantes que ni afinando mucho el oído sabía que estaba pasando. Lo que desde luego salvo es la abstracta y evocadora portada.

Las seis cuerdas, siempre fluidas, grises y obsesivas, se construyen a base de dobles armonías dramáticas y furiosas a partes iguales.

Respecto a la voz, la cual no carece de efectos, es el vivo ejemplo de la angustia la desesperación. Anecdóticamente, se atreven con clean vocals narradas o susurrantes.

Parece, y solo parece, ya que la confusión de sonido es considerable, que la percusión suele ir a medio gas sin olvidar por completo la celeridad.

Destacaría ‘Na Iluminação do Presente‘ y ‘Da Zona Perdida no Tempo‘. Hacedme caso y catadlas.

Poco más me queda por decir. El mejor consejo que puedo daros, es que como digo siempre, valorad por vosotros mismos el Long Play.

Nota: 4,5
Autor: Chus

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