Crítica: Mortalis – From the Cryogenics (2021)


Las pulsaciones, de ser pausadas y tranquilas, pasaron a ser aceleradas hasta el punto de ser alarmantes. El joven, despertó sobresaltado. Se sentía confuso y asustado. El miedo, conforme transcurrían los primeros segundos desde que volvió en sí fue aumentando, hasta llegar a transformarse en todo un ataque de pánico. Estaba en una especie de capsula. En la boca tenía un respirador similar a lo que usaban los buzos en el pasado. Cada una de sus extremidades también estaban conectadas a unos cables transparentes, por los cuales corrían un líquido azulado que iban a parar directamente al torrente sanguíneo. De repente, la compuerta de la cabina se abrió, expulsando un espeso humo esmeralda. Las amarras salieron disparadas con violencia de los lugares donde estaban conectadas, esparciendo por doquier la sustancia que transportaban. El muchacho, cayó al suelo de bruces entre arcadas. Una vez consiguió tranquilizarse, miró a su alrededor. Había más «cajas» que se estaban abriendo, pero dentro solo había cadáveres que se estrellaron en el suelo. Cerró los ojos por un momento e intentó recordar. A la mente le llegaron flashes en los que irrumpían doctores que le hacían dolorosas pruebas sin cesar y gente trajeada que se paseaba por lo que a todas miras era un laboratorio. En ese instante, llegó a la certeza de que era un experimento más del gobierno. El único que había sobrevivido por lo visto. ¿Cuánto tiempo tardaría la gran puerta de la nave donde estaba en abrirse con un batallón de soldados y científicos?…
Bienvenidos al universo de Mortalis.

«From the Cryogenics» es el título del primer trabajo de los Thrash metaleros Mortalis. Vio la luz el pasado 30 de diciembre de 2021.

La alineación del conjunto es: Vicente Avalos (bajo), Luis Fernando Velásquez (batería), Austin Spencer (guitarra), Sergio Montes De Oca (guitarra y voz).

Ay señor, cada día tengo más claro que soy la persona menos indicada para realizar reseñas de bandas de «Metal Apaleador» de nueva generación. Ya os podéis imaginar que el disco en cuestión no ha sido demasiado de mi agrado. La razón de ello, es la de siempre: agrupación que resulta el clon del clon. Y es que, si se está oyendo un redondo, y conforme trascurren los temas vas pensando cosas como «mira tal riff es muy similar al de ‘Fight fire with fire‘, o tal melodía vocal es clavada a la de ‘Metal Thrashing Mad‘ mal vamos. Pero queridos lectores de Broken Tomb, no todo es malo ni mucho menos. A nivel estrictamente técnico, refiriéndome a la valía que tienen como músicos, no se les puede poner ni una mala pega. Saber saben tocar. El problema es que deberían procurar ganar frescura y autenticidad en futuros Elepés. Es normal que tengan tal o cual influencia, mas no es bueno que éstas no solo sean tremendamente obvias, sino que a veces rocen el plagio.

No hay sorpresas en las seis cuerdas. Estamos hablando de «hachas» ultra afiladas con mucho palm mute. Lo que desde luego es un punto a favor son los solos. Gran labor en la lead guitar sí señor.

No perded atención en los estribillos. Los hay muy buenos. Desde luego, el registro de Sergio no es para nada criticable. En vez de querer sonar mal a conciencia, con la intención de resultar rudo, él anda a la perfección dentro de las fronteras de la agresión y lo melodioso.

El bajo atruena a lo largo y ancho de los 12 tracks que conforman el Long Play. Bien por Vicente Avalos.

Respecto a la percusión, prima más los mid que los up tempos. Eso sí, no penséis que no pisan el acelerador a fondo cuando es necesario.

Destacaría ‘Mark of Shame‘ y ‘Butterflies‘ como lo mejor del plástico.

Si en el futuro pulen su propuesta, serán con combo muy a tener en cuenta. Echadle un oído a ver que os parece a vosotros. De seguro que a los más jóvenes o novatos del lugar les va a encantar «From the Cryogenics».

Nota: 5
Autor: Chus

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