Crítica: Spiritual Deception – Oxymoron (2021)


No había escapatoria posible. El por muchos adorado satélite que había acompañado a la humanidad desde el principio de los tiempos había sido empujado por un enorme meteorito. La colisión fue tan brutal, que acabó empujando la luna hacia la Tierra. Algunos trozos de la piedra cósmica causante de todo, no llegaron a desintegrarse al entrar en la atmósfera, destruyendo ciudades enteras por el apocalíptico tsunami provocado. No había opciones de victoria. Lanzar bombas nucleares tan solo conseguirían contaminar la biosfera para siempre, sin para colmo terminar de destruir la amenaza. El fin había llegado…
Bienvenidos al universo de Spiritual Deception.

«Oxymoron» es el título del nuevo E.P de los Technical Brutal Death metaleros Spiritual Deception. La obra, verá la luz el 8 de octubre de 2021.

El line up del grupo es: Mirko Frontini (guitarra y voz), Riccardo Maccarana (guitarra), Billy Repalam (bajo), Manuel Del Giudice (batería).

Conforme oía el Extended Play, no podía parar de preguntarme una y otra vez lo mismo: ¿de verdad es necesario incluir teclados? Desde mi punto de vista, el tiro les salió por la culata. La intención era clara, conseguir una mayor sensación de apocalipsis con su uso. No obstante, no solo no se logró, sino que encima llega incluso a irritar. Para más inri, y a pesar de que el resto de instrumentos están más que en su sitio, la verdad es que he tenido la sensación de que les faltaba el último empujón para poder despuntar como Odín manda. ¿La banda es mala?, ¿el embiste es malo?, por supuesto que no. Apuntan buenas maneras y en el futuro de seguro llegarán a ser un referente en su género. Aunque aún, sinceramente estén a medio camino.

Sesudas, enrevesadas y devastadoras son las seis cuerdas. Como sorpresa, anecdóticamente irrumpen ciertos toques slam en los riffs. Los solos, están muy bien ejecutados.

Lo que predomina en el apartado vocal es el uso del growl profundo, mas se atreven a mezclar éstos con guturales agudos rasgados en la inicial ‘Hidden in Consciousness‘.

Poca broma con el bajo en la ya mencionada ‘Hidden in Consciousness‘ y en ‘Captatio Benevolentiae‘. Si sois amantes de dicho instrumento no dudéis en catarlas.

Variable y sólida en todo instante es la percusión. No se puede negar que Manuel hace u gran trabajo tras su kit de tambores.

Si en el futuro se olvidan de las teclas y se centran en las «hachas» ganarán solidez. Tan solo el tiempo y sus discos venideros lo dirán.

Nota: 6,5
Autor: Chus

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