Crítica: Zed Destructive – Corroded by Darkness (2020)


Después de finalizar el sortilegio, el pozo de almas emergió tras un enorme temblor de tierra. De él, comenzaron a escapar tanto demonios provenientes del mismísimo Infierno, como incontables espíritus torturados. Lo habían conseguido. Los tres hechiceros más poderosos de la Tierra ahora eran dueños del inframundo y sus moradores, los cuales usarían para arrasar y conquistar el planeta. Una nueva era de brujería y oscuridad se acababa de cernir sobre el mundo….
Bienvenidos al universo de Zed Destructive.

El pasado 31 de agosto de 2020, Satanath Records, GrimmDistribution y Wings Of Destruction lanzaron al mercado el primer L.P de los Death Black metaleros Zed Destructive llamado «Corroded by Darkness».

Su line up es: Zed Destructive (guitarra y voz), Dani White (guitarra), Daniel Kitchka (bajo), Ariel Lior (batería).

De normal, tengo que confesar que cuando llega material de algún país digamos poco dado a ofrecer música extrema suelo asustarme. Tienden a ser mediocres y aburridos a más no poder. Sin embargo, y gracias a Odín, el debut de los de Israel es toda una maravilla. Imaginaos una mezcla entre Morbid Angel, Dissection y algún grupo sueco de Melodic Death Metal de primera generación. Supongo que una vez relatado dicha explicación os estaréis haciendo una idea. Ahora, cogedla, y aumentadla de calidad unas mil veces y ahí tendréis el Elepé que os comento hoy. Señoras y señores, estamos ante todo un clásico contemporáneo. Ahí lo dejo.

Riffs revienta cabezas los creados por Zed Destructive y Dani White. Sus acometidas, repletas de ferocidad, doble armonía y tremolo picking son simple y llanamente geniales. No contentos con ello, cuando la ocasión lo requiere y menos lo esperéis, se atreven con pasajes acústicos. Asimismo, los solos, precisos y punzantes os cortarán la respiración.

Como era de esperar ante una propuesta así, degustaréis tanto growls como un gutural más alto. Qué de moda se ha puesto hacer cosas así ¿no creéis?

El bajo asoma tímidamente la cabeza en ‘Church‘. Lamentablemente, en el resto de canciones pasa a un segundo plano como suele ser habitual con dicho instrumento.

A pesar de que los mid tempos predominan, no penséis ni por un instante que la velocidad no existe en la manera de encarar el kit de tambores de Ariel Lior. Blasts hay, pero los justitos.

Sin duda, me llamó especialmente la atención ‘Traitors‘, por sus desarrollos y giros de dirección.

Discos así son los que hacen afición. No dudéis en haceros con una copia física.

Nota: 9
Autor: Chus

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